Asaltaron un kiosco en pleno centro platense
Edición Impresa | 14 de Agosto de 2017 | 06:48

Antes de que abrieran los demás negocios de la zona y en un contexto desolado, un par de ladrones consiguió cometer un robo en pleno centro. El episodio recordó a un antecedente de hace dos meses en ese mismo negocio, cuando se vivió una maniobra parecida.
El comercio atacado fue un kiosco que funciona en 47 entre 10 y 11. A diferencia del movimiento habitual que suele haber en esa zona, ayer a las 9.30 dos jóvenes se decidieron a entrar a robar aprovechando que no había testigos en los alrededores.
Mariana, la empleada, los vio un buen rato en la vereda. Estaban sentados y hablando. Como mucho tenían 18 años. De repente, entraron y pidieron para comer. Cuando ella les estaba por dar algo, empezaron a dudar de lo que iban a hacer. Hasta que finalmente se decidieron y uno la sorprendió con una amenaza: “Quedate quieta o te pego un tiro”.
La chica quedó petrificada por el susto. Los ladrones entonces hicieron lo que quisieron: uno dio la vuelta al mostrador y empezó a revisar la caja y todo lo que había alrededor.
Uno de los delincuentes era el que hacía la mímica de estar portando un arma, escondida bajo la campera. La víctima nunca vio si de verdad tenía una pistola, pero la sola amenaza le bastó para no resistirse.
En resumen, lo que se robaron fueron unos 500 pesso que había en la caja más algunos paquetes de snacks.
“Se fueron corriendo. Cuando llamé a la Policía, agarraron a dos chicos que podían haber sido, pero al final los vi y me di cuenta de que no, así que los liberaron”, señaló Mariana, en una entrevista con este medio.
El robo tuvo bastante que ver con otro que sucedió en el mediodía del pasado día del padre, a fines de junio. Por entonces, también un domingo, una pareja de ladrones menores de edad entraron con la misma modalidad.
La diferencia fue que ellos empuñaban una tijera: la posibilidad de que lastimaran a la empleada fue todavía más concreta. Según recordó la chica, por entonces la Policía capturó a uno de los sospechosos.
La misma zona
Solamente en una semana hubo otros dos casos delictivos ocurridos a menos de 100 metros a la redonda. El dato da cuenta de un resurgimiento del delito en la zona más transitada y comercial de la ciudad.
El lunes pasado, un ladrón de casi 50 años entró en un local de ropa deportiva de 47 entre 9 y 10. Habló en voz baja y redujo a la chica que atendía, que estaba sola.
La empleada estaba por cobrarle una remera cuando el hombre la amenazó en un tono casi inaudible. Ni bien entendió lo que pasaba, activó el botón de pánico. “¿Qué hacés? Mirá que tengo un ‘chumbo’”, le dijo. Después le pegó una piña en la cara y la empujó, para llegar a la caja. Adentro había 150 pesos.
Ese mismo delincuente había estado unos minutos antes en otro negocio de ropa, en 9 y 55, donde repitió la modalidad. Al cabo del doble robo, se escapó corriendo y no fue capturado.
Distinto fue el engaño que concretaron, también la semana pasada, en un negocio de 10 entre 46 y 47. Fue un nuevo “cuento del tío”.
El ladrón hizo de cuenta que era un proveedor y que estaba hablando por teléfono por la dueña, para cobrar unos insumos. Con ese pretexto se llevó la plata que había en la caja y huyó.
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