Liderazgo

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Por FERNANDO CORADAZZI

“Yo estoy para llevarlos a todos, buenos y malos. Porque si quiero llevar sólo a los buenos me voy a quedar con muy poquitos” dijo el entonces Coronel Juan Domingo Perón.

Su formación militar lo había preparado para desplegar, en teoría y práctica, lo que más conocía: la conducción y el liderazgo. Y así se forjó la identidad institucional del peronismo, desde 1946 a la actualidad.

El liderazgo y la obtención del poder siempre fueron importantes para la supervivencia de este partido. Y en las últimas PASO, el peronismo, fragmentado en distintas expresiones, resignó ante Cambiemos ser la primera fuerza política nacional. Otra derrota después de la dura caída de 2015.

Según el académico platense Claudio Panella, para que el peronismo mejore su perspectiva electoral debe “encontrar un liderazgo”. Para él “el liderazgo va adelante de la ideología”.

“Quien marca la ideología es el líder, y este deberá ser legitimado a través del voto. El peronismo ha tenido distintas caras, distintos liderazgos, que necesariamente tienen que surgir del voto de la gente”, afirmó.

Para el sociólogo Marcos Novaro, estas PASO dejaron “a una oposición peronista bastante complicada”. Y razonó: “fueron unos cuántos golpes al kirchnerismo, pero también varios al peronismo renovado o reformado, que en varios distritos del interior como Córdoba o Entre Ríos le fue bastante mal”.

La historia electoral argentina indica que el justicialismo (en sus distintas variables) nunca perdió tres elecciones seguidas a nivel nacional. Y si el próximo 22 de octubre es nuevamente derrotado, las posibilidades de quebrar esa racha histórica se agigantan.

“Yo estoy para llevarlos a todos, buenos y malos”, aseguró Perón.

Sus herederos no tienen mucho tiempo para encontrar un líder que, como Perón u otros que lo siguieron, sepa conducir a todos los sectores y los unifique. Solo así tendrá posibilidades de competir nuevamente por el poder.

 

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