Alertan por un peligroso mal arterial que se ve cada vez más

Aunque se presenta como un infarto es mucho más letal, advierten desde el Hospital Español

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Cincuenta países acordaron declarar al próximo 19 de septiembre el Día Mundial de la Disección Aórtica en un intento por alertar sobre este peligroso mal arterial. Se trata de un desgarro de la arteria aorta que requiere actuar rápidamente porque puede resultar fatal, advierten desde Hospital Español de La Plata, el centro de referencia elegido para llevar adelante en Argentina la campaña de concientización.

“La disección aórtica es consecuencia de un desgarro de la pared de la aorta que permite que la sangre fluya entre sus capas y las fuerce a separarse; lo que puede producir una pérdida de sangre hacia el tórax. En este caso el paciente debe ser sometido a una intervención quirúrgica de emergencia”, alertan desde el Hospital Español.

“Cerca del 96% de las personas con disección aórtica presentan un dolor repentino que suele confundirse con un dolor de infarto y que puede ser descrito como un apuñalamiento. Esto ocurre por una rajadura en la capa interna de la aorta que expone a la capa media al flujo sanguíneo, creando una luz falsa, proceso en el que se despega y comienza a disecarse. Sin tratamiento, puede llegar a ocasionar que colapsen las arterias del tubo digestivo y provocar consecuencias mortales”, explica el doctor Marcelo Cerezo, director del Instituto Argentino de la Aorta que funciona en el Hospital,

Si bien la disección aórtica se produce por diversas causas, está íntimamente asociada con la hipertensión. “Del 72 al 80% de las personas que la padecen tienen antecedentes de hipertensión. Su mayor incidencia se observa entre los 50 y 70 años, y principalmente entre hombres, donde resulta dos veces más común que en las mujeres. Entre ellas, la mitad de las disecciones que aparecen antes de los 40 años se producen durante el embarazo”, detalla Cerezo.

Pero la enfermedad “también está asociada a ciertos trastornos genéticos (como los síndromes de Turner o de Marfan), el consumo de drogas (en particular cocaína y anfetaminas), el trastorno de metabolismo de grasas, colesterol alto y tabaquismo, que generan alteraciones en la pared de la arteria”, explica el cardiólogo y hemodinamista Diego Grinfeld.

 

 

 

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