Una visita que costará unos U$S 18 millones

Edición Impresa

El impacto económico de la visita del papa Francisco a Chile, con un presupuesto de unos 18 millones de dólares y la declaración de días feriados, provocó reproches en algunos sectores políticos y sociales, que recuerdan que el país austral es un Estado laico. El costo total de la visita del sumo pontífice, que estará en Chile desde mañana hasta el jueves, será financiado por la Iglesia católica y el Estado chileno. La Iglesia se hará cargo de unos 6,5 millones de dólares, que se destinarán casi exclusivamente a la organización de las misas masivas que Bergoglio ofrecerá en las ciudades de Santiago, Temuco e Iquique.

Para obtener los fondos, la Conferencia Episcopal ha lanzado una campaña solicitando la aportación de los fieles en todas las parroquias y templos del país, así como a vecinos y empresas.

El resto del presupuesto, unos 11,5 millones de dólares, lo pagará el Estado y los recursos irán destinados principalmente en medidas de seguridad y logística.

La visita del pontífice, que recibirá el trato de jefe de Estado, requerirá la intervención y coordinación de una decena de organismos y servicios públicos. Más de 4.000 funcionarios de Carabineros, Policía de Investigaciones (PDI), Aduanas y el Servicio Agrícola Ganadero (SAG) serán movilizados a Temuco e Iquique, se alquilarán vehículos para los equipos de seguridad y logística, y se pagarán dietas y horas extraordinarias a empleados públicos.

Otro aspecto de la visita papal que tendrá consecuencias en el ámbito económico es la consideración de días festivos en las regiones que visitará Francisco. La medida fue propuesta por el Gobierno con el objeto de facilitar la asistencia de los fieles a las actividades públicas de Francisco.

De acuerdo al informe financiero del proyecto, el costo de un día festivo en la Región Metropolitana de Santiago asciende a unos 10 millones de dólares.

Esta medida fue criticada por la Cámara de Comercio de Santiago, cuyo presidente, Manuel Melero, aseguró que Chile parece un “país cavernario”, pese a ser un Estado laico desde el siglo XIX.

“No puede paralizarse todo un país por la venida de un dignatario eclesiástico”, se quejó el dirigente gremial.

También se opuso la Sociedad Atea de Chile, que en un comunicado fustigó los “privilegios políticos y económicos” que reciben los católicos frente a los fieles de otros credos.

Esta organización considera “excesivo” el costo público de la visita del papa Francisco. (EFE)

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE