Piden trabajos para que el sistema de desagües no quede “fuera de combate”

Las obras estructurales aún no aliviaron la situación de varias zonas que terminan anegadas ante cada lluvia. Vecinos reclaman medidas

Edición Impresa

El escenario de colapso que muestran distinas calles de la Ciudad cada vez que se registran, en invierno o verano, grandes precipitaciones, ha terminado por hacerse crónica. El fenómeno meteorológico que castigó la Región estos dos últimos días, cuando lluvias breves pero muy agresivas se descargaron sobre la Región y anegaron varias arterias (ver páginas 20 y 21), volvió a dejar al descubierto que en algunos barrios el sistema de desagües queda fuera de combate ante el menor apuro.

La actual realidad climática obliga a la Ciudad y sus habitantes a tomar medidas, empezando -al decir de los especialistas- por el mejoramiento de la infraestructura de drenaje pluvial; la limpieza de los sumideros; la implantación de sistemas de alerta y prevención y cambios en los hábitos vecinales. Ayer, cuando el agua volvió a cubrir de cordón a cordón distintas calles, sobretodo en la zona de Los Hornos, San Carlos y Altos de San Lorenzo, los vecinos salieron a reclamar por la falta de mantenimiento y ampliación de los sistema de drenaje para desagotar las calles tan pronto como sea posible, durante y después de las lluvias. Se trata, en definitiva, de las obras hidráulicas que son complementarias a las estructurales. Por caso, en una recorrida por Los Hornos, los vecinos coincidían en el diagnóstico: las zanjas -insistieron- están obstruidas por la maleza y en los grandes descampados se perdió la traza de los desagües. Agregaron que en los últimos años, a las calles que fueron pavimentadas no se les hizo las obras hidráulicas apropiadas, por lo que cuando se acumula agua no tiene por dónde salir, se estanca y pasa varios días hasta que el piso se seca.

En otras zonas lo que remarcaron fue la falta de limpieza de las bocas de tormenta. Afirman que se acumulan residuos que tapan los sumideros y en varias cuadras con la sola caída de una lluvia se forman verdaderos ríos a lo largo de los cordones.

Recientemente desde el área de Hidráulica local han señalado que la creación de los grandes aliviadores de avenidas 131 y 143 permitirá reducir la carga de toda la red del ejido histórico, y por lo tanto, liberarla para la captación de nuevos excedentes pluviales. Ello, explicaban, redundará en que se pueda ampliar el sistema de desagües.

“El casco es como una casa vieja con sus cañerías originales, que ya quedaron chicas y están deterioradas”, resumía un funcionario del área meses atrás.

Por entonces se afirmó que desde el Municipio que las quejas por obstrucción de bocas de tormenta “bajaron de 500 por mes a 50”.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE