Los juegos infantiles en plazas y paseos merecen mantenerlos
Edición Impresa | 8 de Enero de 2018 | 02:37

Cuando meses atrás se conoció un informe del Concejo Deliberante platense, revelador de que el 65 por ciento de las plazas y paseos públicos de la Ciudad tenía juegos rotos o faltantes se tomó conciencia de esta realidad negativa, que en primer lugar constituye un riesgo para la población infantil que acude cotidianamente a usar esas instalaciones. El de la seguridad de los chicos que acuden a los juegos debe constituir, pues, una preocupación prioritaria de las autoridades municipales.
Los accidentes, a veces trágicos, que ocurren en las plazas –como el que se registró hace años en Pilar cuando una nena murió aplastada por la estructura que sostenía a las hamacas- obligan a la de las atenciones por parte del poder comunal. Justamente a ese tema y al de la necesidad de contar con juegos en condiciones se refirió una nota publicada por este diario en ediciones anteriores.
Se informó allí que la Comuna ahora tomó nota de las distintas deficiencias que afectan a los principales paseos y puso en marcha un plan para renovar los espacios verdes con la instalación de nuevos módulos de juegos. Según se informó, el recambio del equipamiento de juegos infantiles se da en el marco del denominado “Plan de Puesta en Valor de Plazas y Parques”, concretándose ya renovaciones en distintos espaios públicos con la instalación de nuevos modulares múltiples, hamacas, tobonanes, tubos de gateo, calesitas, torres y subibajas.
El informe publicado dejó constancia de que, cualquiera que visite las plazas y parques de la Ciudad, sabe que en diferentes sectores donde los pequeños juegan y los adultos suelen correr o caminar como práctica física se ven juegos dañados o con faltantes en su estructura. El Bosque es, por estos días, uno de los espacios en que los visitantes asiduos reclaman urgente mantenimiento. Han denunciado que se ven numerosos equipos rotos, tanto aquellos con los que juegan los más chicos como los que se usan para hacer ejercicio físico.
Lo cierto es muchas administraciones locales tienden a minimizar este problema y en varios sentidos. Como se ha dicho, uno de ellos es el de los niveles de seguridad que deben garantizar los juegos ya que es la vida y la integridad física de los más chicos la que, a partir de un sano deseo de esparcimiento, pueden quedar en riesgo. Por lo tanto, son las autoridades municipales las encargadas de verificar que se encuentren en condiciones los juegos montados en plazas y parques de la ciudad. Sólo podría instarse, además, a que los padres o responsables de cada menor tomen los recaudos pertinentes y den aviso acerca de los peligros existentes.
Otra cuestión, habitualmente desatendida, tiene que ver con la homogeneidad que debe preservar ese mobiliario urbano con el entorno en el cual se encuentra instalado, debiéndose adoptar, entonces, criterios que respeten la uniformidad estética que toda ciudad merece.
No debiera ser necesario aludir a la trascendente función que cumplen los juegos en las plazas, como parte de las ofertas recreativas y hasta culturales que el espacio público le brinda a los habitantes y que, por lo tanto, necesariamente, deben encontrarse en perfectas condiciones. En países que exhiben un pleno desarrollo de conceptos urbanistas, las autoridades no sólo no se desentienden de estas cuestiones sino que les prestan la máxima atención.
“La Comuna puso en marcha un plan para renovar los espacios verdes con la instalación de nuevos módulos de juegos”
“Es la vida y la integridad física de los más chicos la que, a partir del esparcimiento, pueden quedar en riesgo”
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