El ladrón abatido por el policía había salido de la cárcel hace pocos meses

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Tenía 28 años, estaba desocupado y hace tres meses estaba preso en una cárcel. Son los primeros datos que trascendieron en las últimas horas sobre Eduardo Marchán, el hombre que murió el viernes por la noche al ser baleado por un policía que atendía un comercio en 143 entre 50 y 52.

Según informó ayer una fuente de la investigación, el cuerpo del hombre abatido por el policía fue reconocido ayer por su madre. La mujer declaró que la pareja de su hijo le contó que un joven había muerto en un tiroteo y pensó que podría ser él. Llevaba dos días sin aparecer por la casa.

La fuente consultada añadió que “la madre de Marchán contó que tenía antecedentes penales por los que estuvo preso hasta hace tres meses”, indicó.

Así las cosas, en la UFI Nº 15, a cargo de la fiscal Cecilia Corfield, iniciaron las actuaciones tendientes a esclarecer la situación del presunto ex convicto que cayó bajo las balas del arma del policía Emiliano Avila.

La fiscal Corfield acusa al policía por homicidio agravado, poniendo así en cuestión su accionar dentro de los parámetros de su función y de la legítima defensa. Durante la jornada del sábado, el efectivo prestó declaración indagatoria y fue puesto en libertad.

Marchán murió el viernes por la noche. Pocos minutos después de las 21 en el maxikiosco que el oficial de policía abrió en San Carlos y que él mismo atiende cuando tiene franco de servicio en la comisaría de San Justo (La Matanza) donde presta servicios, entró un joven a robar. El oficial, vestido de civil, estaba con su mujer y el hijo de ambos, de 4 años. El ladrón habría pedido la plata e incluso habría apuntado con un arma a la cabeza del niño. Cuando escapó, el policía lo siguió hasta la vereda. Según declaró, le disparó tras darle la voz de alto y ver que el ladrón iba a sacar un arma.

 

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