Laguna La Elena, un paraíso de tarariras para disfrutar a pleno

Es un campo con una estancia que tiene un espejo de agua de 600 hectáreas, 300 de ellas son navegables y para la pesca deportiva

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Un nuevo lugar para pescar ha nacido y se lo presentamos. Se trata de La Elena, una Laguna nueva sin presión de pesca fue recientemente abierta para los pescadores deportivos con tarariras para el asombro. Y más aún, cuando en sus aguas hay ejemplares de tarariras que nunca vieron un artificial surcando sus aguas, seguramente no dudarán en atacar ese invasor que navega erráticamente en su territorio. Este descubrimiento lo presentamos de la mano de mi amigo Daniel Zorsolo oriundo de la zona quien no invitó a realizar el relevamiento con todas las expectativas puestas en demostrarle al mundo pesquero que aún existen espejos vírgenes. Primero vamos a ubicarlos geográficamente para que sepan dónde queda La Elena: está ubicado en Bernardo Larraude al Norte de la Pampa y al Sur de Córdoba y también cerca de Santa Fé, zonas que ya de por sí posee gran cantidad de aficionados a la pesca. Queda ubicada a 60 kilómetros de General Villegas sobre la ruta Nª 188.

Es un campo con una estancia que tiene un espejo de agua de 600 hectáreas, 300 de ellas son navegables, las restantes son bañados. Es un brazo del Río Quinto que ingresa al norte de la provincia Pampeana en la localidad de Larraude. Los dueños la mantuvieron cerrada para el acceso de invitados, pero ahora la habilitaron para la pesca deportiva.

Así, nos trasladamos a la costa opuesta a la estancia, lugar donde nuestros guías Daniel Zorsolo y Gabriel Suárez habían estado relevando con éxito en días anteriores, nos comentaban que a diferencia del año pasado donde la pesca la hacían cerca del casco, en el 2018 la zona más rendidora estaba enfrente lo que implica movilizarse en vehículo hasta el lugar de pesca. Una vez ubicados en el sector elegido, nos calzamos los wader’s para poder vadear las mejores zonas de pesca, cabe aclarar que esta práctica es muy rendidora pues podemos ubicarnos dentro del agua para hacer más cómodamente los lances hasta los sectores de juncos.

Tal como lo sospechábamos, las dentelladas no se hicieron esperar, un ámbito virgen que mantiene tranquilo el lugar de pesca posee ejemplares que solamente atacaban sus presas naturales por lo que un señuelo de media agua como el Joker 70 de Payo Argentina, con rattling (sonajero) fue mortal por la mañana cuando todavía estaban pegadas al fondo. Los cazaron sin piedad y con el ruido producido por las capturas, las demás tarariras sintieron curiosidad y se activaron aún más, obteniendo ejemplares en promedio de 2,500 kg, con algunos taruchones “Tarusaurios” que llegaron a pesar 3,800 kilogramos.

 

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