Sigue el envío de cartas bomba en EE UU, esta vez a Robert De Niro y al ex vice de Obama
Edición Impresa | 26 de Octubre de 2018 | 02:19

NUEVA YORK
La estrella de Hollywood Robert De Niro y el ex vicepresidente de EE UU Joe Biden fueron los últimos objetivos en una serie de presuntas bombas enviadas a una decena de opositores del presidente estadounidense Donald Trump, quien culpó a los medios de provocar “ira”.
En el caso de Biden, potencial candidato demócrata a la presidencia para 2020, fueron dos los artefactos enviados a su residencia: el primero fue interceptado en New Castle y el segundo fue localizado en una oficina postal de Wilmington, ambas localidades situadas en el estado de Delaware. El dispositivo mandado a De Niro fue detectado por la policía de Nueva York en un local propiedad del artista.
Cabe recordar que De Niro, dos veces ganador del Oscar, fue ovacionado en junio al usar un improperio al referirse a Trump durante la televisación de los premios Tony.
El alcalde neoyorquino, Bill de Blasio, el jefe de la policía local, James O’Neill, y representantes del FBI y de las agencias de inteligencia ofrecieron datos en una rueda de prensa en el centro de mando policial sobre esta investigación “a nivel nacional”.
De Blasio y O’Neill enfatizaron la importancia de la colaboración ciudadana para esclarecer el caso, que abarca un total de diez “dispositivos presuntamente explosivos” interceptados en diferentes lugares del país y cuyos análisis se centralizan en la sede del FBI en Quantico (Virginia). Vale decir que en ninguno de los casos los paquetes detonaron ni causaron heridos o daños. El FBI no quiso confirmar si el origen de los paquetes era Florida.
La situación ha llevado a las autoridades neoyorquinas a incrementar la presencia tanto policial como militar en puntos clave de la urbe, como la estación Grand Central o el Rockefeller Center.
El goteo de paquetes bomba de aspecto casero comenzó el lunes, cuando el multimillonario y filántropo George Soros -destacado donante del Partido Demócrata- recibió uno en su residencia, en el estado de Nueva York.
Sin embargo, las alarmas saltaron el miércoles con la detección de paquetes sospechosos enviados a figuras del Partido Demócrata, como el ex presidente Barack Obama (2009-2017) y la ex candidata presidencial Hillary Clinton.
También fueron destinatarios el ex secretario de Justicia (fiscal general) Eric Holder; la congresista Maxine Waters y el ex director de la CIA John Brennan, cuyo paquete fue enviado a la sede de la CNN.
Además, aunque no le mandaron ningún paquete directamente, también se vio afectada la congresista demócrata Debbie Wasserman Schultz, puesto que la dirección de su oficina figura en el remitente de los sobres y, de hecho, a su puerta llegó anteayer la bomba destinada a Holder porque su dirección era errónea.
El hecho de que todos los destinatarios fueran miembros del Partido Demócrata o personas contrarias a Trump apuntan a una posible motivación política, aunque todavía se desconoce la autoría. Estos sucesos se producen cuando apenas quedan dos semanas para la celebración de elecciones legislativas en el país, el próximo 6 de noviembre, que son vistas como un referendo sobre la gestión republicana.
TRUMP CONTRA LA PRENSA
En un clima político polarizado, Trump reaccionó primero llamando a la unidad y condenando los “actos de violencia política”, pero luego volvió a atacar a los medios de comunicación.
“Una gran parte de la ira que vemos hoy en nuestra sociedad es causada por el reporte intencionalmente falso e inexacto de los principales medios de comunicación a los que me refiero como noticias falsas”, tuiteó Trump. “Se ha vuelto tan malo y odioso que está más allá de toda descripción. Los medios tradicionales deben poner sus asuntos en orden”.
Críticos de Trump consideran que con su lema “Make America Great Again” (Que EE UU sea grande otra vez) el mandatario alienta a extremistas de derecha. El mandatario, muy cuestionado recientemente por respaldar a un legislador que había atacado a un periodista, suele denunciar a la prensa crítica de su gestión como “noticias falsas” y ha hecho duros comentarios sobre los destinatarios de las presuntas bombas.
Todos los paquetes fueron enviados en sobres de manila (papel grueso y resistente) con interior de plástico con burbujas, etiquetas de dirección impresas en computadora y seis sellos con la bandera estadounidense. (AFP, EFE y AP)
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