“Nace una estrella”: Lady Gaga invita a perseguir los sueños en una película con olor a Oscar
Edición Impresa | 7 de Octubre de 2018 | 05:05

Cuando Bradley Cooper vio a Lady Gaga interpretando “La Vie en Rose” en un evento de recaudación de fondos en la casa del emprendedor Sean Parker, no fue uno de los momentos importantes en el camino a “Nace una estrella”, que llega el jueves a las salas con olor a Óscar. Fue, dice Cooper, EL momento.
“Ella demolió la sala”, recuerda aún impactado. “Supe que aquello era plutonio”.
Al día siguiente, Cooper fue a la casa de Gaga en Malibú para confirmar que lo que había presenciado la víspera era real. Llegó con hambre. Gaga -a quien sus amigos llaman por su verdadero nombre, Stefani- le sirvió sobrantes de espagueti y ambos artistas de la costa este estadounidense y ascendencia italiana (Cooper es de Filadelfia, Gaga de Nueva York) sintieron una conexión natural inmediata. “Instantáneamente”, dice Gaga. “Cuando vi sus ojos, cuando abrí la puerta”. En cuestión de minutos, estaban cantando junto al piano de Gaga y “Nace una estrella”... nació.
“¡Y cuando lo oí cantar! íDios mío! Paré de tocar el piano y le dije, ‘¡Bradley, tú puedes cantar!’”, recordó Gaga sentada junto al astro y director. “Y él me dijo, ‘¿En serio?’ Y entonces dijo, ‘filmémoslo’. Comenzó a grabar con su teléfono”. Cooper sacude la cabeza. “Fue una locura”.
Puede que sea difícil separar las ya mitificadas transformaciones -¡Cooper dirige! ¡Gaga actúa!- que alimentaron “Nace una estrella” de la fábula misma sobre la fama. Tanto en el proceso creativo del filme como en el producto terminado, hay lecciones de oportunidades audaces y de integridad artística, de fragilidad personal y de éxito popular. “Nace una estrella” es la cuarta versión de una historia que fue versionada por figuras como Judy Garland y James Mason en 1954, y Barbra Streisand y Kris Kristofferson, en 1973. Esta nueva “Nace una estrella” ha estado en desarrollo por dos décadas en Warner Bros., en esta era de secuelas y remakes eternas, con varias encarnaciones alguna vez planeadas en torno a Will Smith y Whitney Houston, o Beyonce y Leonardo DiCaprio, con Clint Eastwood como director. Cooper, quien actuó en ”Francotirador”, de Eastwood, había estado en conversaciones para actuar en la película antes de decidirse también por dirigir. Eastwood visitó el plató el primer día de rodaje para darle ánimo. “Recuerdo que dijo que le gustaban mis botas”, dijo Gaga. “Me puse coloradísima”.
Cooper, sin embargo, le imprimió su propio sello a “Nace una estrella” al rehacer la historia y lanzarse como guionista y director, un rol que ejecutó de manera obsesiva. “Fue incansable”, dijo Sam Elliott, quien interpreta al hermano de Cooper en la película. “Siempre supe que en algún momento iba a tener que dejar de criticar otras películas y hacer una”, se ríe el ahora director.
LA TRAMA
Cooper hace el papel de Jackson Maine, un astro de la música country y el rock ‘n’ roll bebedor, por el estilo de Gregg Allman. (La banda de Maine es interpretada por la que suele acompañar a Neil Young, Lukas Nelson & Promise of the Real). Cuando Jackson entra a un bar por un trago, queda impresionado por Ally (Gaga), que está ahí cantando “La Vie en Rose”.
Ally, una cantante de talento natural que esencialmente ha renunciado a sus sueños musicales, siempre ha escuchado que su estilo (y su nariz) no es el más apropiado. Ella y Jackson rápidamente se enamoran, aun cuando el problema de alcoholismo de él empeora, pero no antes de que puedan forjar juntos algo honesto y hermoso a través de la música, catapultando a Ally al estrellato.
“Cuando la veo en retrospectiva, me veo a mí misma como una chica mucho más joven, más como cuando tenía 15 años y escribía canciones frente al piano”, dijo Gaga.
“Nace una estrella” ha sido recibida con un raro fervor. Su tráiler ha sido visto más de 10 millones de veces, muchas de ellas repetidas por espectadores conmovidos. Y si hay algo que representa su poder de embelesamiento es su mensaje empoderador de que la fama le llega a aquellos que se mantienen fieles a sí mismos.
Gaga, quien ha promovido entre sus fans un mensaje de autoaceptación, dijo que se identifica igualmente con su personaje y el de Jackson. La estrella del pop ha sido franca sobre sus problemas de salud mental, y ha dicho que fue violada a los 19 años.
“El problema de Jackson en el filme es su abuso de sustancias, eso realmente se queda conmigo. El aspecto de salud mental, el aspecto del abuso de sustancias, el aspecto del trauma. Le dije a Bradley justo después de que la vimos en Venecia que tuve que tomarme 30 minutos conmigo misma en una habitación trasera”, dijo Gaga. “Si vuelvo a actuar, la experiencia tiene que ser profunda como ésta o no sería gratificante para mí”.
El filme, de hecho, inspiró al hermano de Anthony Ramos, parte del elenco, a renunciar “a lo Ally” a su trabajo y perseguir sus sueños. “¡Todos renuncien a sus trabajos!”, bromeó Ramos. “No, no todos pueden hacerlo. Necesitamos algo de gente trabajando”.
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