Platenses con esquizofrenia denuncian discriminación

Frente al estigma social que rodea su enfermedad reclaman dejar de ser vistos como “sujetos peligrosos”, “laboralmente incompetentes” o “incapaces de decidir”

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NICOLÁS MALDONADO
nmaldonado@eldia.com

Después de casi una década de buscar trabajo infructuosamente como programador reconociendo en las entrevistas laborales que padece esquizofrenia, Marcos (36) resolvió el año pasado no volver a mencionar su condición. En el término de apenas seis meses no fue una sino dos las empresas del sector que se mostraron interesadas en su perfil profesional; y una de ellas es de hecho la firma en la que se despeña en la actualidad. “Nunca tuve intención de ocultar lo que me pasa”, cuenta Marcos, quien asegura que la fuerte discriminación que existe en torno a las personas con cuadros como el suyo no les deja hoy otra posibilidad.

Para quienes sufren esquizofrenia, una condición que afecta a cerca del 1% de la población, no sólo conseguir trabajo puede resultar muy difícil, también lo es ser aceptados por personas de su entorno o incluso estudiar. Es así que frente a esta realidad poco conocida pero que condiciona la vida de unos 400 mil argentinos, organizaciones de pacientes y familiares lanzarán esta semana una campaña masiva para intentar poner freno a la discriminación.

En el Día Mundial de la Salud Mental, que se conmemora este miércoles, la Asociación de Ayuda de Familiares de Personas con Esquizofrenia (AAFE) pondrá en marcha #NoEtiquetes, una campaña centrada en las redes sociales que apunta a generar consciencia sobre el estigma que rodea a esta enfermedad.

“Los pacientes con esquizofrenia son blanco de una dura discriminación de la que no se suele hablar. Es común que se los identifique erróneamente como sujetos peligrosos, incapaces de tomar decisiones, incompetentes laboralmente, inhábiles para estudiar o irrecuperables de su enfermedad,” explica el psiquiatra platense Pedro Gargoloff, miembro de la Red Educacional de la Asociación Mundial de Psiquiatría y asesor médico de AAFE.

“Aceptar, entender y convivir con una persona que padece una enfermedad mental no es algo para lo cual estemos preparados. Seguramente sí lo estemos para cuidar a una persona con una enfermedad terminal, pero los misterios que encierran las enfermedades de la mente nos toman desprevenidos y sin herramientas”, reconocen desde la Asociación de Ayuda de Familiares, cuya campaña apunta precisamente a educar a la comunidad para lograr de ese modo un mejor entendimiento de la enfermedad.

La esquizofrenia -un trastorno mental grave que afecta a más de 21 millones de personas en el mundo-, suele iniciarse entre los 15 y 30 años de edad y se caracteriza por una distorsión del pensamiento, las percepciones, las emociones, el lenguaje, la conciencia de sí mismo y la conducta. Es así que las personas que la sufren suelen experimentar alucinaciones (oír voces o ver cosas inexistentes) y delirios (creencias erróneas, persistentes e irreductibles a la persuasión).

Si bien en el pasado este tipo de manifestaciones llevaba a que fueran consideradas peligrosas y se las internara en hospitales psiquiátricos, el avance de la ciencia y la proliferación de grupos de ayuda mutua de pacientes y familiares han cambiado por completo las perspectivas de vida para quienes sufren esta enfermedad.

Charlas abiertas
El jueves a las 17, en el 1º piso del edificio Karakachoff de la UNLP (48 entre 6 y 7), la Asociación de Ayuda de Familiares que Padecen Esquizofrenia brindará charlas abiertas sobre mitos y verdades de las enfermedades mentales para una mayor comprensión por parte de la comunidad.

 

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