El agua no pudo con Roger Waters y el músico cerró su gira argentina en La Plata

Como ocurrió en el primer show, el ex Pink Floyd repasó sus temas emblemáticos y cautivó a una multitud que lo acompañó pese al tiempo

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A pesar de las inclemencias del tiempo y con un repertorio basado casi en su totalidad en clásicos de su antigua banda Pink Floyd, el músico británico Roger Waters ofreció anoche un cautivante show en el Estadio Ciudad de La Plata, en el cierre de la “Us + Them Tour”, la gira mundial que lo trajo por cuarta vez a la Argentina.

Además de repasar las composiciones más destacadas de cuatro discos emblemáticos del famoso grupo, como “The Wall”, “Dark side of the moon”, “Animals” y “Wish you were here”, a lo largo de casi dos horas y media, Waters también interpretó algunas canciones de su último trabajo solista “Is this the life we really want?”, las cuales no desentonaron con la propuesta global del espectáculo.

Luego de que durante toda la tarde se dudara sobre si el show se haría ante la enorme cantidad de agua caída, el músico salió a escena después de las 21 y apeló a juegos visuales desde una pantalla gigante que abarcaba todo el largo del escenario y a un descomunal despliegue lumínico que ayudaron a contextualizar cada uno de los temas interpretados en el concierto.

Así, la puesta en escena podía replicar tanto las portadas de los álbumes de Pink Floyd aludidos en el recital como ofrecer las imágenes sobre las que la estrella de la noche se apoyaba para disparar su conocido discurso anti-fascista, que esta vez encontró en líderes mundiales como Donald Trump, Vladimir Putin, Theresa May, Mariano Rajoy y Kim Jong-un a sus principales blancos.

Ocurre que, si bien las visitas al país del 2002, 2006 y 2012 también contaron con algunas manifestaciones desde el escenario, este show resultó el más politizado de todos los realizados por el músico en estas tierras, con un fuerte énfasis en la causa palestina.

Waters contó con el apoyo de una numerosa banda en la que destacaron las cantantes Jess Wolfe y Holly Laessig, quienes obviamente brillaron durante la interpretación de “The great gig in the sky”, y el guitarrista Jonathan Wilson, quien asumió sin sobresaltos el rol de David Gilmour a la hora de alternar voces con el líder.

El concierto se puso en marcha con canciones e imágenes alusivas a “Dark side of the moon”, tuvo un pasaje dedicado al último trabajo solista de Waters, pasó por la emoción de “Wish you were here”, y cerró su primera parte con el recuerdo de “The Wall”, con un improvisado pero emotivo coro de niños locales mientras sonaba “Another brick in the wall”. Como ocurrió en su primer show del martes pasado, el músico realizó un breve discurso en el que evocó a los desaparecidos y los caídos durante la Guerra de Malvinas y reivindicó la causa mapuche, lo cual reforzó con su elección del grupo neuquino Puel Kona como telonero.

 

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