Versiones en Cambiemos que meten presión en la ardua negociación por el Presupuesto

Por MARIANO PEREZ DE EULATE

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Por MARIANO PEREZ DE EULATE

mpeulate@eldia.com

Puede suceder que el dato se deslice como una forma de meter presión en las cámaras legislativas, que esta semana empezaron a debatir el proyecto de ingresos y gastos del estado provincial para el año que viene. Pero lo cierto es que en ámbitos oficialistas, y mientras las conversaciones parecen encaminadas a ser más complicadas de lo que inicialmente se pensaba, comenzó a escucharse la tesis de que la gobernadora María Eugenia Vidal podría decidir prorrogar el Presupuesto 2018 en caso de que la oposición no conceda la aprobación de la iniciativa en tiempo y forma.

Ya empezaron a desfilar los ministros de Vidal para explicar detalles del texto, en un cronograma que finalizará en una semana. Según lo que se comenta de manera informal, la expectativa es que la ley se apruebe el jueves 27 de diciembre.

La mandataria, en efecto, necesita de los favores opositores para lograr los números reglamentarios. Sobre todo para conseguir la mayoría especial que requiere la autorización para tomar nueva deuda por 77 mil millones de pesos. En senadores los números son bastante holgados para Cambiemos. O, en todo caso, menos traumáticos que en Diputados, donde necesita la asistencia de los bloques no oficialistas.

La bancada de Unidad Ciudadana votará en contra prácticamente de todo el paquete, que incluye además una ley que subirá impuestos. Por eso las conversaciones se centran en el Frente Renovador de Sergio Massa y en el bloque del PJ dialoguista, referenciado en el grupo de intendentes jóvenes del justicialismo. Parece que lo que había empezado como un diálogo “civilizado” está virando a una situación de tensión.

Por un lado los intendentes se enteraron de que deberán absorber parte de los subsidios al transporte de las líneas municipales. Algo que no estaba en sus planes. Esto incluso generó malestar en muchos jefes comunales del oficialismo, aunque la bronca no se exteriorice con vehemencia por el principio de disciplina partidaria. La letra chica de cómo compensar ese gasto es ahora materia de discusión.

Además, Vidal tendría decidido no autorizar la aprobación de una ley para que los intendentes bonaerenses puedan desdoblar las elecciones locales de los comicios para cargos provinciales y nacionales. Este punto había sido introducido en la negociación con la oposición por el propio Massa, que lo puso casi como una condición excluyente para evaluar el apoyo al Presupuesto y a la ley impositiva.

Sin el apoyo de los votos que acerca Massa, la aprobación del Presupuesto asoma complicada. El de Tigre maneja un bloque de 12 diputados propios y dos senadores. Designó una mesa para negociar el mentado apoyo, así el no aparece tan expuesto. Por lo bajo, obviamente mantiene diálogos con los hombres de la gobernadora.

Pero además, prometió acercar las voluntades del bloque de cuatro diputados del Frente Amplio Justicialista que, supuestamente, actúa en tándem con la bancada renovadora, como una suerte de interbloque. Ellos son José Ottavis, Rocío Giaccone, María Alejandra Martínez, y Juan Manuel Cheppi ¿Qué pasó? En las últimas horas este grupo habría evidenciado un sonoro descontento porque se habría sentido ninguneado, tanto por los operadores massistas como por los negociadores de Cambiemos. Su eventual apoyo al proyecto entró, pues, en un real cono de sombras.

Y como si esto fuera poco, también hay bronca dentro de la bancada de diputados oficialistas. Algunos hablan, acaso exageradamente, de una mini rebelión de legisladores que se sienten excluidos de las decisiones que “toma una mesita chiquita” y después “nos piden que aprobemos sin chistar”. El encomillado, obviamente, pertenece a fuentes de Cambiemos consultadas por este diario.

Uno de los ítems que habría generado malestar en el interior de la bancada oficialista tiene que ver con la habilitación del juego online para poder cobrar un impuesto a ese tipo de apuestas, con una estimación de recaudación de más de 2 mil millones de pesos anuales. “Acá es difícil que eso camine”, detalla una fuente consultada que remarca, además, cierta contradicción en el discurso de Vidal, quien históricamente se ha expresado en contra del crecimiento del juego en su territorio.

El sentimiento de algunos legisladores oficialistas sería que se trata de un tema demasiado grande como para que asistan prácticamente de espectadores y no los hayan llamado antes de tomar la decisión de avanzar con él.

Por todos estos ruidos intramuros de la Legislatura, propios y ajenos, la versión de que Vidal estudia una eventual prórroga del Presupuesto de este año si la cosa se complica viene cobrando cierta fuerza. La oyeron en el Ejecutivo y circuló en despachos legislativos oficialistas y opositores. Es una cuestión compleja, sobre todo porque los números que se manejaron en 2018, a priori, quedan muy viejos en el contexto general de recesión y crisis económica. También, por la cuestión del endeudamiento porque en 2019 habrá necesidades más grandes.

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