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Anticiparse a abordar el tema

Cuanto antes se hable de la necesidad de dejar de manejar, mejor. Aun en las etapas iniciales de la enfermedad los pacientes suelen sobreestimar su capacidad al volante

Facilitar la transición

Organizarse para que la persona enferma pueda disponer de otros medios de trasladarse, ya sea con una remisería de confianza o un familiar que se encargue de llevarlo.

Apelar al apoyo de terceros

Cuando la persona se muestra resistente a los pedidos que apelan a su sentido de responsabilidad, puede ser útil pedirle al médico o alguna figura respetada que refuerce la indicación.

Mantenerse firme

Si la persona con Alzheimer insiste en conducir, recomiendan recurrir a medidas extremas como esconderle las llaves, inhabilitar mecánicamente el auto o incluso venderlo.

 

 

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