"Lolo" Lavallén, héroe ante River en una tarde soñada: “Ojalá podamos repetir lo del 94”

Por: NICOLÁS LAMBERTI

Gimnasia jugará ante River, un nuevo partido clave en otra instancia decisiva de la Copa Argentina. Ante el mismo rival y en un torneo muy similar, tuvo el honor de consagrarse campeón tras vencerlo por 3 a 1 en el Estadio del Bosque, en una final muy recordada por todos los hinchas albiazules.

Ese 30 de enero de 1994 el equipo comandado por Roberto Perfumo en el que tuvo mucha participación la dupla conformada por Carlos Ramaciotti y Edgardo Sbrissa, dio la vuelta olímpica con un plantel cargado de pibes, que en el arco tuvo un punto neurálgico para encaminarse hacia la victoria y alzar ese trofeo Centenario.

El partido estaba 0 a 0 y el reloj marcaba el minuto 29 cuando Hernán Díaz cayó en el área tocado por Pablo Talarico y Javier Castrili pitó penal sin dudar. El público del Millonario, ubicado en el codo que da a la calle 60 celebró la sanción. Guillermo Rivarola, un ejecutor especialista, tomó la pelota y se hizo cargo del disparo. Del otro lado esperaba un joven arquero con apenas siete partidos en Primera, que voló contra el palo izquierdo y con la mano derecha sacó al córner un disparo violento.

El responsable de tamaña atajada y de mantener el resultado en un momento clave del juego fue Javier Lavallén. El Lolo, que hoy entrena a los arqueros de Reserva y de las categorías juveniles más grandes del Lobo, recordó aquella tarde y anheló repetir la experiencia esta noche cuando el conjunto de Pedro Troglio se enfrente al de Marcelo Gallardo.

Va a ser muy difícil el partido de hoy, los dos equipos juegan cosas diferentes. Gimnasia está atravesando un momento que no es el mejor y eso en la cabeza juega. Pero el jugador también sabe que son partidos lindos para reivindicarse, tomar fuerza, son importantes para que puedan creer en ellos mismos y la mano de Troglio estará puesta en eso. En tratar de sacar lo mejor para obtener un resultado positivo y que sea el puntapié para la levantada de Gimnasia. Ojalá que pueda ser igual al 94, que podamos repetir eso, que podamos ganar y jugar la final para que el equipo vuelva a creer”, destacó el futbolista que pasó por la Selección argentina bajo el mando de Daniel Passarella, y añadió: “Desde mi lado como hincha deseo lo mejor y que gane. Significará un bienestar para el club, para los jugadores y el técnico”.

Respecto a cómo llegaría River, convulsionado por lo sucedido en la final de la Libertadores contra Boca, confió: “River es River, es uno de los grandes equipos del fútbol argentino. Todos vivimos lo que pasó, pero creo que siempre viene con la obligación de ganar. Pero Gimnasia es un equipo duro y tiene a favor que con River en algunos momentos difíciles siempre sacó un plus”.

ORGULLO DE CAMPEÓN

Metiéndose en lo que fue aquel encuentro que terminó con la obtención de la Copa Centenario, el Lolo recordó cómo fue esa tarde y sobre todo, el penal que le tapó a Rivarola.

Me queda el orgullo y el sentimiento de haber podido jugar una final, y haberla ganado. En esos tiempos no se estudiaba al rival porque no era todo tan globalizado, no había tanta tecnología y lo único que podíamos ver era un rato Fútbol de Primera para seguir a los otros equipos, pero no eran tan específico el estudio. El penal fue intuición, me tiré para ese lado y tuve la surte de poder atajarlo”, contó.

Y también resaltó todo lo que se vivió en la previa de esa final: “La previa fue una locura, era un plantel muy joven, y en su mayoría éramos todos pibes del club. Recuerdo que el viaje desde Estancia hasta el Bosque fue algo impresionante, la gente corriendo por la calle, acompañando al equipo, y ya llegando al estadio ya se veía que no entraba un alma. Un día de 30 grados de calor y la gente estaba apoyando, enloquecida. Son cosas lindas que a uno le quedaron, aportarle y devolverle algo al club”.

Para Lavallén, que también pasó por el fútbol de México y otros equipos de Argentina, haber levantado ese trofeo que celebró los 100 años de la AFA, fue lo máximo que vivió en su carrera. “Fue lo mejor que me pasó como futbolista, no cabe duda. Llegué a Gimnasia muy chiquito, a los 8 años, viví todo el fútbol juvenil y tuve la suerte de debutar siendo hincha del Club. Tuve la suerte de salir campeón con la Selección (Panamericanos de 1995) y otros equipos, en Quilmes, en San Martín de Tucumán, pero sin dudas que esa copa fue lo mejor que viví”.

Por último, le pidió a Gimnasia y al común de los hinchas, que se encarguen de enaltecer este título, que se prestigie, ya que si lo hubiese ganado River, hubiese tomado más trascendencia.

Seguramente que si la hubiese ganado River hubiera tenido otra trascendencia. Y también desde el club hay que dársela. Es una de las copas que tiene Gimnasia y hay que remarcar eso, homenajear, y estar orgullosos de haberla ganado. Fuimos el primer equipo que viajó a Japón por esa copa, después viajaron un montón. Como gimnasistas, nosotros tenemos que darle la importancia que se merece. Muchas veces en el afán de querer conseguir otras cosas, nos olvidamos de esto que forma parte de nuestra historia”, cerró Lavallén que esta noche, por el sentimiento que tiene hacia el Lobo, vivirá el partido con los mismos nervios que tenía mientras esperaba la ejecución de Rivarola.

 

 

 

 

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE