Violento asalto a una panadería: ladrón le puso un cuchillo en el cuello a una clienta

La encargada del comercio lo enfrentó y lo corrió una cuadra, pero el delincuente logró escapar. Se llevó dinero y un celular

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Ayer por la mañana, un hombre se acercó por diagonal 74, desde 28, a la puerta de la panadería “Mi Dulzura”, ubicada en las inmediaciones del Cementerio platense.

Ángela (35), la dueña del local, lo vio a través del ventanal que hace las veces de vidriera buscar, dubitativo, el timbre unos segundos.

Como todos los días en los que funciona el despacho de pan, la puerta estaba cerrada pero sin llave.

Una vez que hizo contacto visual con el presunto cliente, la mujer le indicó que podía entrar.

En su mano derecha, como presagiando una posible compra, llevaba un billete de 100 pesos que con rapidez pasó a la izquierda.

Satisfecho con su actuación, guardó el dinero en el bolsillo, miró una vez más a hacia afuera y esperó un poco más antes de revelar su verdadera intención.

Mientras tanto, Ángela se puso a embolsar el pedido de una clienta conocida. Ambas conversaban sin prestar mayor atención a los movimientos del sujeto, que con lentitud se fue acercando a la compradora.

UN CUCHILLO Y UN ROLLO DE FILM

Lo que siguió fue una situación de violencia de corta duración, pero muy intensa.

Cuando la comerciante volteó para tomar una bolsa de plástico, el desconocido sacó un cuchillo tipo Tramontina de sus ropas.

Con dos movimientos envolventes a la vez, rodeó con el brazo izquierdo el cuello de la mujer que estaba comprando y con el derecho le acercó el arma blanca al cuello.

Ángela observó el rostro de terror de la mujer y se paralizó por un momento. “Dame plata, dame el celular” le gritó el sujeto.

Con las manos aún sobre el mostrador, sosteniendo la bolsa con el pan, volvió la vista hacia el agresor, que apretaba el objeto punzante contra la víctima.

“Celular no tengo, pero ahora te doy lo que hay en la caja”, le contestó la encargada. Le alcanzó algunos billetes sueltos (no había vendido mucho todavía) y le pidió que se calmase. Entonces el ladrón soltó a su presa y le arrebató la cartera.

“Se puso a buscar cosas de valor y bajó la vista. Como estaba ocupado, yo me puse a ir de un lado al otro, buscando algo para tirarle”, le contó a este diario la propietaria del negocio.

Ese instante llegó cuando, debajo de una repisa, se percató de que tenía un rollo de film de gran tamaño. Sin pensarlo mucho, lo agarró y se lo lanzó al delincuente, que lo “atajó” con el antebrazo, dejando caer el cuchillo en el proceso.

Desarmado, abrió la puerta dispuesto a salir. Pero no esperaba la reacción de Ángela que, envalentonada y ya segura de que la clienta no corría riesgos, lo siguió.

El asaltante apuró el paso y, al ver que la mujer no se daba por vencida, emprendió la carrera.

La joven le arrojó una botella y lo persiguió durante una cuadra (para el lado del Cementerio), hasta que al percatarse de la imprudencia decidió volver a la panadería.

Dentro, en estado de shock, se encontraba la cliente. Ángela la abrazó y le preguntó si estaba lastimada. Las dos temblaban por el reciente episodio. Y llamaron a la policía con el teléfono que el hombre no se había robado.

“ME ROBARON, estoy con LA POLICÍA”

El esposo de Ángela llamó para “saber cómo estaba” y la respuesta que recibió lo sorprendió: “Me robaron, estoy con la Policía”. Su pareja llegó enseguida y escuchó con asombro el relato de lo ocurrido.

“No pensé que era un chorro, no tenía la pinta, estaba vestido con ropa de marca. Y como traía un billete creí que venía a comprar”, aseguró la panadera.

El incidente la dejó “muy asustada, sobre todo en el momento en que le puso el cuchillo en el cuello a la cliente”, refirió.

Según manifestó Ángela, en la zona no son comunes los robos a comercios. “Sí las entraderas. De ésos conozco varios casos”, culminó.

 

 

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