En este fin de año habrá un homenaje a la elefanta Pelusa en 10 y 40

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Barrio pionero en la quema de muñecos, en 10 y 40 recordarán este fin de año a la elefanta “Pelusa”, el último gran emblema del ahora desactivado Jardín Zoológico de La Plata que murió el pasado invierno.

En 9 y 40, a cien metros de donde ardió, hace 62 años, el primer momo de la Ciudad, los vecinos arman la base de la figura que representará al querido animal. La prenderán fuego, como un símbolo de este 2018 que termina, en la misma esquina que vio nacer la tradición de cada 31 de diciembre.

Por ahora sólo se ven unas vigas de madera unidas por clavos, pero bien confiados en su ritmo Miguel García y Jerónimo Cattel, dos de la decena de vecinos responsables del muñeco de ese barrio que ayer trabajaban en el armado del momo, aseguraron que para el 31 a la medianoche “Pelusa” estará lista para arder.

“Será nuestro homenaje a Pelusa, que fue, para nosotros, el personaje del año en nuestra ciudad; a todos los vecinos nos pasó algo con su muerte, y además queremos compartir el mensaje que le dice basta a los zoológicos”, explicó García.

Ellos, García y Cattel, hace alrededor de 15 años que arman muñecos en ese barrio. Recibieron la herencia y aprendieron esa suerte de arte callejero de las anteriores generaciones y no quieren perder la tradición por nada del mundo. Tanto que este grupo de vecinos quemará su muñeco en la misma esquina de siempre y no en el bulevar de 32, adonde se mudan por reglamento casi todas las figuras de fin de año.

Los historiadores de la quema de muñecos platense sitúan su origen en la esquina de 10 y 40 porque ahí, frente al bar “Los obreros”, en un arrebato de inspiración de los vecinos de la zona fabricaron hacia fines de 1956 un muñeco, de madera y papel maché, que representaba a un jugador de Defensores de Cambaceres, club que ese año se había coronado campeón de la Liga Amateur Platense y un año después se afiliaba a la AFA.

 

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