Jaime Torres: adiós al hombre que cambió el charango para siempre

El artista murió a los 80 años tras un paro cardiorrespiratorio en la mañana de Nochebuena. El recuerdo de sus colegas

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Miles de seguidores del folclore levantaron las copas ayer recordando al charanguista tucumano Jaime Torres, uno de los más destacados artistas de la música popular argentina, que falleció en la mañana de Nochebuena, a los 80 años, en la clínica porteña Favaloro a causa de un paro cardiorrespiratorio, luego de un período de varias internaciones.

El recuerdo se dio sobre todo entre sus colegas de la Quebrada de Humahuaca, que recordaron a una figura que cambió para siempre el rol del charango en la música. “El del charango”, tal como lo conocían a Torres en el país y en otras latitudes, logró ensamblar quenas, sikus, guitarras y bombos sumados a los peculiares sonidos de piano, violín, además de las recordadas presentaciones con referentes del rock como Divididos y otros artistas. En el pueblo de Humahuaca dejó eternizado el Tantanakuy, encuentro genuino de músicos de diversas regiones del país, que levantan cada año la bandera de la cultura a través del canto con caja, hasta los sonidos de firme expresividad como los que ejecutan los sikureros.

Por eso, varios artistas y hacedores culturales populares quebradeños y de la provincia de Jujuy expresaron su pena ante la partida terrenal de Torres, quien dejó su arte no solo en cada una de sus obras sino en los espacios destinados a revalidar las expresiones identitarias.

El músico y cantor purmamarqueño Tomás Lipán dijo que “es un día de dolor, un día de tristeza pero su charango, su bondad y grandeza quedará grabado en nosotros para siempre”.

El vínculo entre los músicos se dio hace más de 40 años cuando Lipán junto a la coplera y ollera Barbarita Cruz, Domingo Ríos y Vidal Jerez, entre otros se enfilaron para participar del Tantanakuy y hacia fines los años 80 Torres lo convocó para integrar su grupo por unos ocho años. “Jaime Torres es ejemplo y amor para nuestra tierra, nuestra música y el folklore”, sostuvo al valorar que él supo llevar al mundo “nuestros sonidos y lo que nos queda es su maestría y su eterno recuerdo”.

La destacada coplera Candelaria Cari recordó las conformaciones musicales como “Voces de la Quebrada” o “Quebradeños” que nucleaba a artistas locales que al son de bailecitos, cuecas, taquiraris y carnavalitos recorrieron los escenarios más importantes del país.

“Fue un hombre sencillo que disfrutaba vernos coplear y nosotros disfrutábamos de la pasión con la tocaba el charango”, dijo la cantora humahuaqueña al rememorar que su primer encuentro fue “cuando jóvenes recorríamos las calles de nuestro pueblo, en pleno carnaval, extenuados de tanto cantar y bailar”.

Desde su cuenta oficial de Facebook el grupo Los Tekis manifestó, “¡Hasta el otro carnaval maestro! Te vamos a extrañar Jaime Torres”, publicación acompañada de un video en el que el cantante del conjunto, Sebastián López, ejecuta sentidas melodías con el charango.

En las redes sociales también fue recordado, entre otros por Maryta de Humahuaca, quien señaló: “Que en nuestro brindis podamos recordar a Jaime en una cueca, un carnavalito o en la vasija de barro. Cuesta escribir. Cuesta pensarlo. Muy agradecida por esta existencia infinita”.

TALENTO INIGUALABLE

Dueño de un talento inigualable, Torres fue reconocido a nivel mundial por su enorme calidad como intérprete del charango. Nació el 21 de septiembre de 1938 en San Miguel de Tucumán. Fue discípulo del maestro boliviano Mauro Núñez, que fue quien le construyó sus primeros instrumentos.

En 1974 , junto con su banda, Torres participó en el show de apertura del campeonato mundial de futbol en Alemania. Un año después, organizó un encuentro local de instrumentalistas, repitiendo la misma experiencia con niños en 1980. En 1988 compuso la música para la película “La Deuda Interna” que fue nominada al Oscar.

En ese mismo año, en Milagros, provincia de La Rioja, a la Escuela de Enseñanza Artística de esa localidad se le puso el nombre de Jaime Torres, que fue elegido por los docentes, alumnos y habitantes del lugar, como un reconocimiento a sus virtudes.

Durante 1989 se presentó en España y Portugal, junto con Hernán Gamboa y Gerardo Núñez. Al año siguiente, 1990, se presentó, con el Tata Cedrón en París y el interior de Francia y con Eduardo Falú, en Londres. En el intermedio estrenó en el teatro Opera de Buenos Aires su ópera “Suite en Concierto”, con arreglos de Gerardo Gandini, siendo intérprete solista junto con la Camerata Bariloche.

A lo largo de su carrera, Torres se caracterizó por tocar con la misma pasión en escenarios muy diferentes, desde el Tantanakuy hasta el prestigioso Teatro Colón de Buenos Aires, pasando por la Filarmónica de Berlín, la Sala Octubre de Leningrado y el Lincoln Center.

Fue declarado en 2013 Ciudadano Ilustre de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. En 2015, la Fundación Konex le otorgó la Mención Especial a la Trayectoria por su gran aporte a la música popular argentina. La despedida fue íntima y no hubo velatorio.

 

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