Uno de cada dos chicos de entre 12 y 17 años toma alcohol de manera abusiva
Edición Impresa | 4 de Febrero de 2018 | 02:28

Argentina ostenta un triste récord: se ubica primero en consumo de alcohol en América latina, según datos recientes de la Sedronar. Y lo más preocupante: los segmentos que más crecieron en los últimos años son el de las mujeres y los adolescentes, muchos de los cuales tienen conductas abusivas y caen en lo que actualmente se llama Binge drinking o “atracón por alcohol”, una de las últimas tendencias de consumo entre los más jóvenes.
Para quienes analizan el tema, la razón de esto hay que encontrarla en los nuevos escenarios culturales en los que la bebida es el primer paso hacia la búsqueda del descontrol que llega de la mano del marketing y forma parte “natural” del paisaje nocturno del fin de semana.
Interpretaciones al margen, lo concreto es que, de acuerdo al último informe de la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar), uno de cada dos adolescentes del país de entre 12 y 17 años consume alcohol de manera abusiva.
Concretamente, el trabajo precisa que “de los niños y adolescentes que consumieron alcohol en el último mes, 1 de cada 2 lo hizo de forma abusiva. Esto representa 82.453 niños y adolescentes. Hay 2.299.598 de nuevos consumidores de alcohol en el último año, de los cuales 319.994 son preadolescentes y adolescentes”.
El tema se vuelve dramático si se tiene en cuenta que, además del informe de la Sedronar, la Asociación Antidrogas de la República Argentina (AARA) alertó recientemente que 7 de cada 10 chicos de entre 11 y 12 años del Conurbano bonaerense ya están iniciados en el consumo de alcohol por medio de bebidas como la cerveza y el fernet, una situación que puede generarles un deterioro cognitivo y diversos trastornos en su crecimiento.
Según Claudio Izaguirre, titular de la AARA, actualmente “muchos jóvenes no conciben ningún tipo de contacto ocioso sin tomar alcohol”, es decir que no se juntan a charlar sin una botella con contenido alcohólico de por medio.
muchos jóvenes no conciben ningún tipo de contacto ocioso sin tomar alcohol”
El número coincide además con el relevamiento llevado a cabo por el Observatorio de Adicciones y Consumo Problemático de la Defensoría del Pueblo bonaerense, que demostró que el 70% de los adolescentes a partir de los 12 años consume alcohol con distinta frecuencia. “Es un tema que se ha naturalizado, sobre todo en la vida familiar. Hoy prácticamente 7 de cada 10 niños de entre 11 y 12 años ya están en contacto con el alcohol de manera habitual. En muchos casos, el grupo familiar lo entiende como el ingreso a la hombría o a la adultez del chico”, apunta Izaguirre.
De acuerdo al especialista, hoy en día “ya en la fiesta de egresados de séptimo grado se inicia una lucha entre padres y chicos porque ellos quieren tomar cerveza y quizás no se lo permiten. En algunos puntos del Conurbano, la cerveza directamente la toman en la esquina. Y lo más preocupante es cómo avanza el tema culturalmente: el que no toma alcohol termina siendo ‘un tarado’ o ‘un nene de mamá’. La presión del grupo más el efecto que produce en el cerebro del chico el alcohol, hace que cada uno pueda conectar el alcohol con la diversión”.
Para la psiquiatra Gerladine Peronace, experta en adicciones, lo preocupante es que cuando se habla de conductas abusivas se está hablando de “jóvenes que toman cinco medidas de alcohol en una noche. Esto va de la mano de una nueva tendencia que sigue vigente y que es el consumo compulsivo o atracón de alcohol, conocido como binge drinking, que no es ni más ni menos que un consumo masivo en el menor tiempo posible. La idea es que ‘pegue’, y que ‘pegue’ lo más rápido y lo más fuerte posible, entonces hacen mezclas descabelladas con bebidas de graduaciones de alcohol altísimas y ahí sin dudas aparece el ansiado ‘golpe’”.
En esta línea, desde la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires se calificó recientemente de “alarmante” al informe de ese organismo que detectó que casi el 70 por ciento de los jóvenes de entre 12 y 17 años encuestados en La Plata consume alcohol.
“Esta problemática es un fenómeno mundial, pero las cifras locales son altamente alarmantes”, apuntaron los responsables del organismo.
El estudio, realizado en base a una muestra de 500 menores de nuestra ciudad, solicitó información acerca de la denominada “previa” que realizan los jóvenes antes de salir a fiestas o boliches y dio cuenta de que el 70% de los adolescentes consumió alcohol en el último mes, mientras que el 30% restante no lo hizo. Del total de adolescentes que ingirieron alcohol, el 40% lo hizo durante los fines de semana y 4 de cada 10 “mezclaron” diferentes bebidas.
El informe también destaca diferentes “períodos” y “frecuencias” dentro del consumo de los jóvenes: un 37% de ellos expresó que al menos una vez al mes consume 5 o más bebidas alcohólicas en un solo día, mientras un 13% confirmó hacerlo todos los fines de semana. Es decir, consumo desmedido en una sola noche o un consumo prolongado. A su vez, el 22% de los encuestados manifestó no “haber podido parar de beber”, así como también algunas certezas que indican “no recordar” episodios de la noche anterior.
En cuanto a los motivos, un 70% de los jóvenes entrevistados que manifestaron beber alcohol lo relaciona con celebraciones y festejos, porque es divertido un 32%, por la sensación que genera un 25%.
También el estudio se encargó de relevar sobre las preferencias sobre las bebidas más elegidas, ubicándose en el primer lugar el fernet y el campari, luego la cerveza, y en tercer lugar vodka, ron y tequila.
Sobre el inicio de las edades de consumo, un dato que se encuentra en consonancia con últimos estudios sitúa la edad de inicio de consumo de alcohol entre los 12 y 14 años según lo respondieron un 69% de los encuestados platenses.
El Defensor del Pueblo Adjunto a cargo del Observatorio, Walter Martello, opinó que “tenemos una situación preocupante que es el hecho de que la ingesta previa a las salidas nocturnas se realizaba en los propios hogares o en hogares de amigos, y esto debe de maximizar nuestro rol de padres e involucrarnos”, y detalló que “el 70% hace la previa en las casas propias y un 13% en las de amigos”.
Nada distinto es lo que aporta Peronace: “Hoy es normal ver los fines de semana a padres comprando en los supermercados alcohol para las previas de sus hijos. Y también están los padres ‘buena onda’ que les dejan la casa a menores como zona liberada. Las situaciones de mayor riesgo, más que en los boliches, donde al menos en Capital Federal está super controlado el consumo de alcohol en menores, ocurren en las propias casas. Las situaciones de abuso, de emergencia y de urgencia vienen de las casas privadas”.
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