Ecuador frena a Correa en las urnas y le dice “no” a la reelección indefinida
Edición Impresa | 5 de Febrero de 2018 | 01:46

QUITO
Los ecuatorianos eliminaron ayer en un referendo una enmienda constitucional aprobada en 2015 que permitía la reelección presidencial indefinida.
De acuerdo con un conteo rápido realizado por el Consejo Nacional Electoral (CNE), un 67,3% de los ciudadanos votaron para rechazar dicha enmienda, con lo cual el ex presidente Rafael Correa (2007-2017) no podrá volver a postularse para ese cargo. Los mandatarios del país podrán gobernar en dos ocasiones. El conteo rápido es un mecanismo que tiene un 99% de confiabilidad, según señaló el CNE. Dada la complejidad del escrutinio, se estima que los resultados definitivos estarán disponibles dentro de 10 días.
Aparte de esa pregunta sobre la reelección indefinida, los electores también aprobaron mayoritariamente otros seis aspectos acerca de temas constitucionales, ambientales, legales y tributarios.
Uno de ellos le otorgó al presidente Moreno más autoridad sobre un consejo que determina quién dirige algunas de las instituciones más importantes de la nación, y otro prohíbe que los funcionarios condenados por corrupción vuelvan a ocupar cargos públicos.
“La consulta, más que cualquier otra cosa, tuvo dos objetivos netamente políticos: brindar legitimidad al mandato de Moreno, y distanciar a la figura de Moreno de Correa, a la vez de debilitarlo políticamente”, dijo Paolo Moncagatta, analista y catedrático de la universidad San Francisco.
“Moreno obtendrá algo de ‘oxígeno’ y un poco más de ‘músculo político’ que le será útil para el corto plazo, pero la legitimidad derivada de esta consulta no constituye una reserva permanente de apoyo a su mandato”, agregó.
Tras conocer los resultados, el mandatario dijo que “no volverán ya los viejos políticos, tienen la obligación de renovarse”, interrumpido por aplausos y sin mencionar el nombre de ningún político en particular.
“Gracias por luchar contra la corrupción, no más políticas corruptas, gracias por incentivar a nuestros jóvenes a participar en política”, agregó Moreno, también en alusión a la pregunta número uno del referendo, orientada a luchar contra la corrupción.
Asimismo, el actual presidente remarcó que “la confrontación quedó atrás, es hora de volver a abrazarnos”, al tiempo que señaló que en los próximos 30 días la Asamblea (congreso) pondrá en marcha nuevos mecanismos para realizar las reformas legales necesarias a fin de “cumplir con el mandato ciudadano”. “Esta contundente victoria de todos nos reafirma que el futuro no se detiene, seguiremos trabajando por un Ecuador de todos y para todos”, agregó.
Moreno dijo que la jornada electoral había sido “de paz y una fiesta democrática”, y agradeció asimismo a los funcionarios del CNE, de las Fuerzas Armadas, a los observadores internacionales, especialmente de la OEA y la Unasur, y a la ciudadanía por haber participado en el proceso.
“La consulta fue fruto de un amplio proceso de diálogo y hoy tenemos la respuesta”, sentenció.
CONSULTA ANUNCIADA EN OCTUBRE
La consulta popular fue anunciada en octubre por Moreno tras haber mantenido numerosos encuentros con agentes sociales, organizaciones políticas y grupos de toda índole y haber recibido las propuestas de la ciudadanía.
Sus detractores, principalmente simpatizantes de Correa, aducen que fue convocada de manera inconstitucional y que recoge preguntas que vulneran la ley ecuatoriana así como reglamento internacional.
67,3
Fue el porcentaje de ecuatorianos que le dio la espalda a la propuesta reeleccionista de Rafael Correa.
La convocatoria es interpretada también por analistas políticos como un barómetro del apoyo que cuenta Moreno entre la población, teniendo en cuenta que Correa ha sido prácticamente el único dirigente que ha hecho oposición en contra del plebiscito, a menos de un año de que llegara al poder en elecciones presidenciales en abril. “Este es el Gobierno de ustedes, este es el Gobierno de todos”, concluyó Moreno su mensaje.
Ante los resultados preliminares por parte del CNE, Correa reaccionó en su cuenta de Twitter, y habló de “rompimiento constitucional”.
Emitieron sus votos 74,80% de los más de 13 millones de ciudadanos empadronados -incluidos unos 400.000 en el exterior-, lo que representó una tasa de concurrencia algo más baja que en comicios anteriores, según indicó el CNE.
La autoridad electoral destacó que la votación se desarrolló con “normalidad y tranquilidad”.
La consulta implica una competencia entre Moreno y Correa, correligionarios y hoy ásperos adversarios y fervorosos promotores del “sí” y el “no” a las preguntas formuladas, respectivamente.
De hecho, una de las cinco primeras preguntas -que implicaron un referéndum, ya que propusieron enmiendas a la Constitución- postulaba, como se dijo, volver a limitar a una sola la posibilidad de reelección para todos los cargos de elección popular.
Con el triunfo del “sí” a esa pregunta, Correa -quien gobernó entre 2007 y 2017- no podrá volver a postularse a la Presidencia.
En otra de esas preguntas, que propone que todo condenado por corrupción sea inhabilitado para actuar en política y pierda sus bienes, también se impuso el “sí”, lo que también podría afectar hipotéticamente a Correa, sobre quien se divulgaron sospechas de corrupción en los últimos meses.
Parte del precio que pagó en la campaña fueron las nuevas denuncias judiciales en su contra y hasta los ataques físicos que sufrió en algunas ciudades que visitó para llamar a votar negativamente las siete preguntas.
Moreno pidió a los ciudadanos que ayuden a su gobierno a “orientar o reorientar cualquier tipo de decisión” y aseguró que la decisión en las urnas “será plenamente respetada”.
Subrayó que la consulta implicó decisiones fundamentales para que “los niños vivan protegidos” y “para que las personas corruptas no vuelvan a burlarse” de los ecuatorianos.
CORREA NO PUDO VOTAR
Correa debió tramitar un justificativo al no poder votar por estar empadronado en Bélgica.
La relación entre Moreno y Correa marcó a pleno el proceso de la consulta: hubo entre el mandatario y su antecesor primero frialdad, después enojo, más tarde severos cuestionamientos cruzados y al final, simplemente, una distancia abismal y acusaciones de traición hacia un lado y de corrupto hacia el otro.
La disputa comenzó cuando Moreno habló de la “crítica situación económica” en la que asumió, se agudizó con su tejido de buenas relaciones con la oposición de derecha y terminó de agrietarse cuando su vice, Jorge Glass, un firme correísta, fue preso por corrupción derivada del llamado “caso Odebrecht”.
La campaña permitió también que algunas plataformas se lanzaran o se conformaran, junto a sus respectivos líderes, y que anunciaran que buscarán convertirse en partidos políticos.
Son los casos de Libertad es Pueblo y Democracia Sí, encabezados por Gary Moreno, hermano del mandatario, y por Gustavo Larrea, amigo, respectivamente. (TÉLAM, EFE y AP)
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