Trump cambió de secretario de Estado y nombró a una mujer al frente de la CIA

El jefe de la diplomacia estadounidense será Mike Pompeo, quien deja su cargo en la central de Inteligencia. Gina Haspel, si la confirma el Senado, será la primera en dirigir ese organismo desde que se fundó en 1947

Edición Impresa

WASHINGTON

La diplomacia estadounidense tiene un nuevo jefe: el presidente de EE UU, Donald Trump, despidió ayer a Rex Tillerson, que será reemplazado como secretario de Estado (canciller) por el actual director de la CIA, Mike Pompeo.

Después de meses de rumores sobre una salida señalada mil veces como inminente, un tuit selló el destino del ex director ejecutivo de ExxonMobil, que luchó para encontrar su lugar en Washington y mantiene una relación difícil con el inquilino de la Casa Blanca.

“Mike Pompeo, director de la CIA, se convertirá en nuestro nuevo secretario de Estado. ¡Hará un trabajo fantástico!”, tuiteó Trump. “¡Gracias Rex Tillerson por sus servicios!”, agregó.

El presidente también anunció la nominación de Gina Haspel como directora de la CIA, la primera mujer elegida para el puesto en la historia del organismo fundado en 1947. La designación es controvertida: a Haspel, una espía experimentada, se la señala por participar en torturas a detenidos tras los ataques del 11 de septiembre de 2001.

La Casa Blanca destacó el deseo del presidente de tener un nuevo equipo al entablar negociaciones históricas con Corea del Norte. Trump aceptó la semana pasada una invitación del líder norcoreano Kim Jong-un a una reunión para fines de mayo con el fin de discutir la desnuclearización de la península coreana, cuya fecha y lugar aún no se han determinado.

Irónicamente, a principios de octubre, el mandatario estadounidense había denostado públicamente a Tillerson por querer iniciar un acercamiento con Corea del Norte. “Está perdiendo su tiempo intentando negociar”, tuiteó entonces Trump. “¡Conserva tu energía Rex, haremos lo que deba hacerse!”.

Consultado sobre las razones de la salida de Tillerson, el presidente mencionó desacuerdos, entre ellos sobre el problema nuclear iraní. “Rex y yo (...) nos llevamos bastante bien, pero discrepamos en cosas”, dijo. “El acuerdo con Irán pensé que era terrible, él pensó que estaba bien. Yo quería romperlo o hacer algo, él se sentía un poco diferente. Entonces, realmente no estábamos pensando lo mismo”. “Creo que Rex será mucho más feliz ahora”, agregó.

GRACIAS A TODOS, MENOS A TRUMP

En un breve discurso de despedida, Tillerson, que tuvo palabras de agradecimiento para todos menos para Trump, reveló que dejará su puesto el 31 de marzo, pero dijo que hasta entonces delegará sus funciones al subsecretario John Sullivan.

En su declaración, en la que celebró los frutos de la presión de la comunidad internacional sobre Norcorea, el saliente secretario de Estado también advirtió sobre el “comportamiento y las acciones preocupantes del gobierno ruso”.

Tillerson, que estaba de gira por África cuando Trump decidió aceptar la semana pasada la invitación para reunirse con Kim, suspendió su agenda por estar “indispuesto” y regresó a primera hora de ayer a Washington. Un alto funcionario del Departamento de Estado dijo que Tillerson no había hablado con el presidente, ni sabía el motivo de su despido anunciado en Twitter.

“El secretario tenía toda la intención de quedarse debido al progreso tangible logrado en cuestiones críticas de seguridad nacional”, dijo el subsecretario de Estado Steve Goldstein, quien tras estos comentarios también fue despedido. Goldstein había dicho a periodistas que Tillerson no esperaba ser destituido, en tanto Trump había declarado que la decisión era de mutuo acuerdo. (AP, EFE y AFP)

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE