En el nombre del tío: un coro de Ensenada homenajea la pasión de Antonio Bugallo

Andrés, miembro de Opus 4, fundada por su tío Antonio, dirige la agrupación coral que trabaja en la tierra natal de la familia

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Mientras Opus 4, la agrupación vocal nacida en la Ciudad en 1968, llega a los 50 años, uno de sus miembros, Andrés Bugallo, decidió crear un coro en honor a uno de los fundadores de Opus: su tío, Antonio.

“Una cuenta pendiente que yo tenía con la memoria de mi tío”, cuenta Andrés, parte de un apellido ilustre en materia musical en la coral ciudad de La Plata, y revela que de no ser por Antonio, habría seguido el camino de la Ingeniería.

“Yo trabajaba en el negocio de Antonio (un reconocido negocio de instrumentos y partituras), y muchas de las cosas que me dijo Antonio aún las tengo en la memoria, y son las que me hicieron dejar la Ingeniería y dedicarme a la música”, revela el cantante lírico de importante trayectoria como músico profesional.

Antonio, recuerda Andrés, le decía: “Escuchate la voz que tenés, tenés que dedicarte a la música”. “Y tenía razón”, reconoce. “Yo tenía miedo de dejar una carrera donde me iba bien, para probar con la música”.

La idea de crear el Coro “Antonio Bugallo” lleva años en la cabeza de Andrés, pero sus compromisos con los coros que dirige y de los que forma parte lo llevaron a posponer la creación del coro homenaje, que tenía que tener sede en Ensenada, ciudad que los Bugallo, revela Andrés, llevan en su ADN: allí nacieron los tres hermanos Bugallo, Antonio, Lino y Enrique, que establecerían la dinastía musical, hijos del comerciante Fernando Manuel y la profesora de piano Lelia Bossinga, nieta ella del filántropo que da vida a la arteria principal de Ensenada. De él heredó Enrique, papá de Andrés, el apodo “El Holandés”.

Aquel trío iniciaría la historia de una familia que hoy cuenta con una veintena de músicos profesionales. Pero crear un coro para Antonio, dice Andrés, no busca continuar la dinastía, sino “homenajear a Antonio, que pregunten quién es Antonio. Quienes lo conocieron saben de la hermosísima voz que tenía, sus cualidades como músico”.

Antonio fundó junto a Lino Opus 4 (también la Cantoría Ars Nova) y la historia de Andrés estaría marcada para siempre por ese conjunto que “hizo su debut en mi cumpleaños” y que hoy lo tiene como miembro. “Es una continuidad, y lo vamos viendo en nuestros hijos: la generación que viene atrás nuestro, muchos están yendo hacia el lado de la música”, dice Andrés.

¿Genética? “Puede existir algún componente genético en la forma, el tamaño o la flexibilidad de las cuerdas vocales”, opina desconfiando de la palabra, “pero lo más importante es ese entorno en el que crecimos. Empezó con esa generación de mi papá y mis tíos, gente que venía del Coro Universitario de La Plata. Escuchar en todas las reuniones que se canta, que se canta a cuatro voces, eso educa el oído”.

“Y te vas apasionando: después lo transmitís por la pasión que sentís, querés que tus hijos sientan lo mismo porque es una actividad que te llena el espíritu y te educa”, dice, porque “cuando vos cantás, el alma tuya sale del cuerpo. Y cuando son muchos, la suma de esas almas se hermana: la sensación de estar cantando con otro y que eso genere una sensación de armonía alrededor y emocione a otro, es una adicción de la cual es muy difícil salir”.

Superadas tres sesiones de audiciones, el coro que recorre “la línea ecléctica de Antonio, que tenía una pasión grande por lo lírico, pero a su vez tenía otra pasión paralela por el jazz, los spirituals, el rocanrol, la música popular”, comenzó las actividades con 18 personas el lunes pasado. Pero “la inscripción sigue abierta”, aclara Bugallo: la cita, para quien quiera probarse, es los lunes a las 20 en Don Bosco esquina Sidoti, frente a Plaza Belgrano.

 

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