El urólogo cambió la estrategia de defensa y ya son trece los pacientes que lo acusan

Con un nuevo testimonio y cambio de defensor, avanza la causa contra el urólogo platense Pablo Colaci (44), que ya acumula 13 denuncias por supuestos abusos sexuales a pacientes, confirmaron fuentes oficiales. Precisamente, ayer se sumó una nueva: “Es otro hombre mayor de edad que refirió situaciones casi idénticas a las anteriores”, dijo a este diario un vocero judicial.

Mientras tanto, alojado en el pabellón H de la alcaidía Roberto Pettinato, el médico y sus familiares revocaron la designación de los abogados Juan Losinno y Marcelo Botindari por discrepancias con la estrategia defensiva y lo representará la defensora oficial Cecilia Sicard

Losinno y Botindari habían recusado a la fiscal Betina Lacki.

Horas antes de todas estas novedades se había hecho pública una carta en la que Colaci se explayaba, de puño y letra, en su experiencia profesional y académica para usarla como estrategia de defensa: “Mi formación médica clínica quirúrgica me permite llegar a diagnósticos presuntivos de mayor certeza por medio del uso de la semiología”, explicó, especialidad de la que “he obtenido una medalla de oro y diploma como el docente más destacado, otorgado por la cátedra ‘A’ de Semiología y Clínica Médica del Hospital San Martín de La Plata”.

Argumentó en la nota que esa especialidad “se fundamenta en el hallazgo de datos clínicos mediante la detección de signos y síntomas y el examen clínico como la inspección, la palpación, etc. dejando como última instancia los métodos complementarios solo como ayuda o complemento para certificar el diagnóstico presuntivo obtenido por el estudio semiológico”.

Colaci fue detenido el lunes pasado acusado del “abuso sexual” de dos pacientes de 17 y 51 años, a quienes habría sometido a “prácticas vejatorias” que fueron denunciadas en en 2015 y 2016. El urólogo calificó a esas denuncias como “burdas, mentirosas y malintencionadas”.

Según la fiscal Lacki, el médico “les hacía tocamientos y masturbación bajo el pretexto de tener que obtener muestras de semen”.

Los denunciantes relataron que Colaci los hizo recostar en la camilla y luego se apoyó sobre ellos de forma tal que con su cuerpo tapó la visión que los hombres tenían sobre sus propios genitales. Incluso hubo pacientes que describen situaciones de práctica de “sexo oral hasta hacerlos eyacular”.

En su carta manuscrita, a la que EL DIA tuvo acceso, Colaci manifestó que concuerda “con las pericias respecto a que la masturbación no forma parte de la práctica médica en ninguna de sus especialidades. Los métodos utilizados son la inspección, la palpación y la manipulación de los órganos del paciente, avanzando en los mismos únicamente y, sin excepción, con su consentimiento (de los pacientes)”. Sus ex abogados aseguraron que Colaci pretendía oficiar como su propio perito de parte, pero habrá que esperar a que el nuevo defensor defina su estrategia. El urólogo, mientras tanto, lee ficción en su celda individual de la Pettinato.