Largas colas para cruzar cuando pasa el tren, un calvario repetido

A mediados de octubre pasado la llegada del tren eléctrico a La Plata significó un alivio para miles de usuarios que diario se valen del ramal Roca para viajar entre las cabeceras de La Plata y Constitución. Pero el lado “B” de la historia lo padecen los automovilistas, quienes, sobre todo en horas pico, deben someterse a extensas esperas por las largas filas que se forman cada vez que baja la barrera.

Es que la construcción de los pasos bajo a nivel prometidos para la Ciudad sigue “en veremos”. Y a diario las consecuencias se ven en distintos cruces ferroviarios urbanos en los que se forman interminables filas de vehículos que esperan el paso del tren para poder avanzar. En Villa Elisa, por caso, cruzar las vías es un trauma. Los automovilistas se quejan porque en horas pico se arman colas que van desde la Estación hasta la bajada de la Autopista.

En Tolosa pasa lo mismo. El escenario es la esquina de 1 y 528 hacia 117, que se transforma en una pesadilla para quienes quedan atrapados por las barreras bajas.

Ya desde antes del regreso del tren urbanistas y vecinos vienen denunciando que, de mantener su configuración actual, los cruces ferroviarios se volverán virtualmente insalvables cuando los trenes eléctricos pasen cada diez o doce minutos en ambas direcciones (actualmente la frecuencia es menor).

Para minimizar este trastorno, en 2016 se prometió construir distintos paso bajo nivel. Iban a arrancar por el cruce entre las avenidas 1, 32 y las vías del ferrocarril Roca (ver página 16), y se habló luego de tres pasos bajo nivel más: uno en plaza Alsina -1 y 38-; otro Gonnet -camino Centenario y 502- y un tercero en Villa Elisa -a la altura de la calle 415 bis, acceso a la autopista Ricardo Balbín-. Pero siguen siendo una deuda.