“Si no hubiese sido por el fútbol vaya a saber qué hubiera sido de mi vida”

Es un agradecido por el deporte. Y confiesa que todavía se sigue reuniendo con amigos los domingos por la tarde

Edición Impresa

-En los años ‘60 el plantel tenía pocos nombres y muchas veces jugaban cada tres días. ¿Cómo hacían?

-Era lo que había y se jugaba. Algunos muchachos lo sintieron, como Eduardo Manera y Juancito Echecopar, que se lesionaron. Lo bueno que teníamos chicos de las inferiores muy bien preparados que estaban listos para jugar.Se trabajaba mucho en ese aspecto. Fijate el caso de Daniel Romeo, que jugó varios partidos con menos de 18 años.

-No se hablaba de rotación como ahora...

-No, el técnico preguntaba quién estaba para jugar y jugábamos. Encima Cacho Malbernat jugaba de cuatro o de tres. Siempre había alguno para reemplazar.

-¿Alguna vez se puso a pensar qué hubiese sido de usted en el caso de jugar en esta época?

-Es difícil porque los tiempos cambios. Hoy gambeteás a uno y el segundo te mata. Antes había más respeto. A mí me gustaba la gambeta porque venía del potrero, con los chicos del barrio. Me sigue gustando, eh. El otro día en el Prado Español pude gambetear bastante. Todos los domingos jugamos con amigos. Fue un partidazo.

-¿Sigue teniendo la misma pasión por el fútbol que a los 18 años?

-El fútbol es mi vida, qué querés que haga. Si no hubiese sido jugador de fútbol no sé dónde estaría: muerto o en la cárcel. No sé qué hubiese pasado. Soy un eterno agradecido al fútbol y a todo que lo rodea.

-¿Estudiantes les cambió la vida a todos los de aquel plantel?

-Sí, no tengas dudas. Estudiantes y Zubeldía nos cambiaron la vida. Nada hubiese sido lo mismo sin Osvaldo...

-¿Hay algo que le haya faltado en su vida futbolística?

-Jugar un mundial con la Selección. Jugué algunos partidos pero era un momento de una desorganización total y yo venía de otra escuela. Nos citaban para entrenar a las 10 de la mañana y tal vez eran las 11:30 y no empezábamos. En Estudiantes se respetaban los horarios, había multas... Entonces hablé con Maschio y renuncié. Salvo eso, después conseguí todo en el fútbol

-¿Le costó mucho al hincha de Estudiantes entender su juego?

-Al principio sí. En un momento me quería ir a otro lado, porque no jugaba mucho. Estuve un año sin hacer un gol y me habían operado de la rodilla. Era el tercer suplente. Se lo dije a Osvaldo, le propuse que me deje ir. El click lo conseguí en un partido contra Santos, en El Salvador. Ganamos 2-1 e hice un gol.

-¿Cuál fue ese partido?

-Hicimos una gira por Centroamérica a finales de 1966 y algunos jugadores fuimos cedidos para jugar para El Salvador contra el Santos de Pelé. Jugamos Madero, Santiago y yo. El partido no terminó, porque cuando metimos el segundo gol la gente invadió la cancha. Después de ese partido no paré más.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE