Everton resurgió de entre las cenizas por su prestigio y sentido de pertenencia

Leandro Duba

lduba@eldia.com

Everton continúa disfrutando de las mieles del éxito, tras coronar otro año brillante en el federal.

El aporte de un grupo de jugadores que lleva a flor de piel los colores azul y amarillo, y un cuerpo técnico que entiende perfectamente lo que significa abrazarse a la gloria, hicieron posibles que el Decano pudiera escribir otro capítulo dorado a su rica y extensa trayectoria futbolística.

“Este es el resultado de un trabajo duro y sacrificado que comenzó a gestarse el 18 de diciembre pasado, cuando nos propusimos como objetivo poner nuevamente a Everton en el lugar que jamás debió abandonar”, dijo Gastón Ibáñez, después del triunfo sobre Fernando Cáceres FC, que valió el ascenso al Federal B (a la espera del nuevo esquema de la AFA).

El Decano, con su sentido de pertenencia y la mística que lo caracteriza, se dio el gusto de cambiar “frustración” por “éxito” en apenas seis meses.

En noviembre pasado, y a pesar experimentar una fuerte remontada en las últimas fechas, el equipo de Gustavo Bianco no pudo cambiar su imagen a tiempo, y le tocó bajar al Federal C, provocando un dolor inmenso en el alma de jugadores, hinchas y dirigentes.

Sin embargo, el “Operativo Regreso” volvió a gestarse el 18 de diciembre de 2017, cuando la familia Decana emprendió un duro trabajo que tenía como objetivo recuperar la plaza del Federal B, que se había perdido casi sin proponérselo.

Y ese esfuerzo grupal (de jugadores y cuerpo técnico), que contempló sacrificios, postergaciones y amor propio, tuvo su merecido premio el lunes pasado, después de vencer en la segunda final al equipo del Negro Cáceres.

“No lo tomo como una revancha. Era una espina que había quedado clavada en la garganta, después de aquel descenso que nos marcó a finales de 2017. Necesitábamos volver. Los chicos tenían un objetivo bien en claro. Y lo cumplieron, porque sabían lo que querían y porque saben lo que significa Everton. Este premio es justamente para ellos, que hicieron posible que el regreso no se postergara demasiado”, le dijo a este diario Gustavo Bianco, entrenador del Decano, y dueño de los dos ascensos que tiene la entidad al Federal B.

como en tres algarrobos

Muy pocos pensaron que Everton recuperara su plaza en el Federal B en apenas seis meses de trabajo. Es que nadie se resignó a bajar los brazos. Todos comprenden muy bien lo que significa Everton como institución.

“Es un club que tiene bien en claro lo que quiere. Desde lo social a lo deportivo. Es una familia. Y para nosotros fue un verdadero placer poder ver muchísimos rostros de felicidad luego de consumado el triunfo. Queríamos ganar para que la gente del Decano disfrutara. Se logró gracias al esfuerzo de todo el grupo. Soy nuevo en el club, pero en poco tiempo me di cuenta de lo que significa Everton. Tiene un sentido de pertenencia muy fuerte, que había que defenderlo. Es un orgullo formar parte de este plantel, que dio todo para que el objetivo pudiera hacerse realidad”, expresó Nicolás Grasso, una de las figuras del flamante campeón de la Región Pampeana Norte del Federal C.

La coronación, la felicidad en los rostros de los jugadores y los abrazos interminables, sintetizaron de alguna manera, el estado de ánimo de un grupo que le devolvió la alegría al pueblo Decano y al fútbol platense.

Y ese derroche de felicidad y entusiasmo que pudo verse el lunes, tiene similitud con aquel primer e histórico ascenso de Everton logrado el 2 de junio de 2013, cuando derrotó por penales a FC. Tres Algarrobos, después de igualar 1-1 y terminar el partido con un jugador de menos, por roja a Gastón García.

Y ese año, el agradecimiento fue para Maxi Mareco, “Pancho” José Álvarez, al “Gato” García, al “Marista” Leandro Felices, al “Pepa” Damián Nicoloni, a “Fefi” Catriel, al “Negro” Ibáñez, a Matías Chapetta, al “Mono” Ferretti, a Facundo Acha, a Fede Reichenbach, a Leandro Díaz Peña, a Maxi Yalet, a Juan Cruz García, a “Tuti” Llanos, a Julián Bidondo y a todos aquellos que formaron parte de ese equipo.

Y ahora, la historia la volvieron a escribir el Popi Benítez, Mauricio Netto, Matías Mazzacane, Nicolás Grasso, Leonel Massacessi, Matías Vargas, Gastón Galarza, Andrés Ghibaudi, Emmanuel Avalo Piedrabuena, Felipe Roccuzzo, Leandro Massi y los “históricos” Gastón y Juan Cruz García, Maxi Mareco, Pablo Ferretti, Matías Chapetta, Maxi Yalet y Federico Reichenbach, entre otros…