Penurias para más de 500 familias de barrio Aeropuerto por la falta de agua
Edición Impresa | 29 de Mayo de 2018 | 03:48

Baldes de todos los tamaños y colores, cuanto más grandes mejor; baldes y también latas, bidones, tachos de pintura y helado. Desde el sábado al mediodía -y hasta cuándo, nadie sabe-, todo vale para acarrear agua hasta el barrio Aeropuerto. La rotura de la bomba que abastece a la mayor parte del complejo habitacional que alberga a quinientas familias trastocó su dinámica cotidiana, y obligó a sus habitantes a peregrinar en busca del elemento vital por fuera del perímetro que marcan las calles 609, 613 bis, 1 y 2 bis.
Ayer, en el inicio de la semana laboral y de clases, las carencias se sintieron con mayor crudeza; quienes quisieron darse una ducha, desayunar y arrancar con la agenda de la jornada debieron recurrir a la solidaridad de familiares o los escasos vecinos que conservaron el servicio porque sus edificios instalaron bombas propias.
Inaugurado en 1982 por el Instituto de la Vivienda bonaerense, con 476 departamentos distribuidos entre construcciones de tres y cinco pisos, el barrio tiene una sola bomba y cañerías vetustas. En la actualidad viven unas dos mil personas que aportan mensualmente con sus expensas a un fondo común que solventa diferentes trabajos de mantenimiento; sin embargo, afirman que esta vez para arreglar el aparato, sumergido 80 metros, se necesita ayuda estatal.
“Tenemos problemas con el agua seguido, pero esta vez la mano parece que viene muy complicada” advierte Ezequiel Lurbe: “lo primero que hacen siempre las autoridades y ABSA en estos casos es decir que esto es privado y no tienen nada que ver; pero hace unos años se hicieron cargo de arreglar la bomba, y mientras tanto enviaron camiones cisterna con agua. Ahora dicen que el arreglo dicen que sale una fortuna y es imposible para el consorcio pagarlo. Si no se ocupan de darle servicio esencial mientras tanto a casi dos mil personas, incluyendo nenes y viejitos, que viven acá, van a empezar las movilizaciones”.
Tanto en la Comuna como en ABSA admitieron ayer que están al tanto del problema, y que en anteriores oportunidades “se dio una mano” a los vecinos, pero hay reticencia acerca de brindarles ayuda indiscriminadamente. “Existe un consorcio que se debe ocupar de estos temas; estamos evaluando la situación” manifestaron ayer voceros del municipio y la empresa estatal que potabiliza y distribuye el agua y presta el servicio de cloacas.
Ayer por la tarde, un grupo de vecinos de diferentes torres se encontró al pie del tanque de agua del barrio, junto a la bomba rota, entre los monoblocks raídos. “Aquí efectivamente hay un consorcio, pero hay quienes pagan y quienes no pueden” aclaró Dardo Brizuela.
El vecino recordó que “en su momento logramos traer el gas natural, y es hora de que venga el agua corriente; pero los caños son viejos y tienen obstrucciones e interferencias. ABSA nos cobra cloacas, así que para eso no somos ‘privados’; de hecho, la bomba que tenemos la dejó hace un par de años la empresa cuando se rompió la anterior -que se llevaron y nunca volvió-, por una gestión de las autoridades de ese momento”.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE