El cuñado del rey de España, a un paso de ir a la cárcel por corrupción
Edición Impresa | 13 de Junio de 2018 | 01:16

MADRID/PALMA
Ocho años después del estallido del caso de corrupción que puso en jaque a la monarquía española, el Tribunal Supremo dictó ayer sentencia firme sobre el cuñado del rey Felipe VI, Iñaki Urdangarin (50), quien tendrá que presentarse hoy al juzgado para retirar en mano la orden de ingreso a prisión.
El ex deportista profesional, casado con la infanta Cristina, fue condenado en 2017 a seis años y tres meses de prisión por fraude, prevaricación y malversación, entre otros delitos. Ayer, el Supremo rebajó levemente esa pena a los cinco años y 10 meses.
Pese a la rebaja, es muy probable que Urdangarin se convierta en los próximos días en el primer familiar del rey que entra en prisión.
A pocas horas de recibir la orden de ingreso de manos de la Justicia, los últimos instrumentos que tiene el cuñado del monarca son pedir el indulto -que tendría que otorgar el propio Felipe VI a petición del Gobierno- o apelar ante el Tribunal Constitucional.
En cualquiera de esos casos, el condenado podría pedir la paralización de la ejecución de la sentencia a la Audiencia de Palma, el tribunal que lo juzgó en su momento junto a su esposa (a la que absolvió) y a quien corresponde decidir sobre su prisión.
Según la sentencia del Tribunal Supremo, de más de 300 páginas, “está acreditado” que Urdangarin, gracias a “la situación de privilegio que disfrutaba como consecuencia de su matrimonio con una hija de quien era entonces jefe del Estado (en referencia al rey Juan Carlos de Borbón), consiguió mover la voluntad” de dirigentes públicos para sus negocios en el Instituto Nóos, una entidad sin fines de lucro ligada al deporte a través de la cual desvió fondos públicos.
“Es de destacar que el logro del influjo ejercido desde el trampolín de su privilegiada posición no se limita a la contratación, sino también y particularmente a la exclusión de toda concurrencia posible obviando las condiciones, presupuestos y proyectos que otras empresas podían ofrecer mejorando las fijadas casi unilateralmente por el recurrente y su socio”, reza la sentencia.
La decisión del Supremo suscitó numerosas reacciones en España. La Casa Real expresó su “absoluto respeto a la independencia del poder judicial”, según informaron fuentes de la institución. Los reyes Felipe VI y Letizia protagonizaron actos públicos en Madrid, sin ofrecer ningún comentario sobre la resolución judicial.
Desde el Gobierno del socialista Pedro Sánchez se mostraron también cautos. “No vamos a opinar sobre una resolución judicial”, dijo la ministra de Justicia, Dolores Delgado.
El estallido del “caso Nóos” supuso en 2010 un golpe para el reinado de Juan Carlos I, quien abdicó en su hijo Felipe cuatro años después. Con la llegada al trono del nuevo monarca, la infanta Cristina y su hermana Elena quedaron fuera del núcleo de la familia real. (DPA y EFE)
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