Una organización con “escalafón”, que juntaba millones

Las visitas a los comerciantes, en locales o puestos en ferias se hacían según esquemas particularizados, por semana, quincena o cada mes. La organización tenía roles definidos para los delitos por los que ahora la Justicia tiene detenidos a 11 policías de distinto rango. “Los de más abajo hacían la calle. Los de arriba monitoreaban el negocio y esperaban la llegada de los dividendos”, detalló una fuente de la investigación.

Según explicó el funcionario judicial que habló con este diario, “las estructuras en este tipo de organización son piramidales. La jerarquía del funcionario policial tiene un peso determinante en el lugar dentro de la banda. Cuando más alto su cargo, mejor ubicado en el reparto”, contó el investigador.

Así las cosas, en la Fiscalía General ubican en la punta de la pirámide a los tres comisarios mayores que están detenidos. “Se trata de policías que comandaban direcciones de investigaciones, con un amplio conocimiento de zonas importantes”, apuntó el investigador.

En este esquema, “los de menor rango son los que toman contacto con la gente, con los comerciantes a los que los coimean“, siguió la explicación.

La banda se dedicaba a juntar dinero a través de la extorsión, utilizando la amenaza y el apriete como método. Estaban los que se dedicaban a recaudar y los que recibían la plata por una cuestión jerárquica”, se detalló. El manejo de las zonas y de los instrumentos que les encomienda el Estado como policías, les habría abierto camino a un sinfín de delitos: “también se encargan de actividades ilícitas como piratería del asfalto, venta de drogas o la protección a la venta de autopartes truchas. Pueden desarrollar infinidad de actividades ilícitas”.

Los civiles tenían la misión de recorrer las ferias y otras zonas en las que, se presume, tenía sus actividades de la organización. Según pudo saberse ayer, se presentaban ante las víctimas como si fuesen policías.