Pidió perdón porque su hijo fue a robar después de que hicieron las compras
Edición Impresa | 27 de Junio de 2018 | 02:03

En comercios situados en las inmediaciones del Hospital San Martín, hacia Villa Elvira, los dueños tienen una preocupación común: los frecuentes robos que vienen registrándose en la zona desde hace un año.
Según los testimonios recogidos por este diario, la situación se intensificó en los últimos días con una seguidilla de ataques.
El último capítulo se escribió durante la madrugada de ayer, cuando menores de edad forzaron las persianas de dos negocios: una verdulería de la cuadra de 1 entre 73 y 74 y una carnicería que está en la esquina de 1 y 74.
Fue entre las 4 y las 5 de la mañana, de acuerdo a lo estimado por algunos testigos que viven y trabajan en la zona.
Los adolescentes no lograron su cometido porque alguien del barrio se percató de ese accionar, pidió auxilio de la Policía llamando al 911. Según se informó desde la fuerza, personal de la comisaría novena fue al lugar en minutos y los atrapó “in fraganti”.
Entonces las propietarias de ambos negocios no tuvieron que lamentar más que algunos daños materiales, especialmente la responsable de esa verdulería.
Marta Torrico (54), contó por la tarde a este diario que “el papá de uno de los dos pibes que quisieron meterse acá a robar, vino esta mañana (por la de ayer) a pedirme disculpas”.
La mujer detalló que “el hombre, que vive con su familia en 74 entre 1 y 115, me dijo que uno de los que intentaron entrar a mi negocio era su hijo, al que la Policía se llevó detenido junto a otro chico, gracias a alguien que se dio cuenta lo que estaban haciendo”.
No era la primera vez que se veían en el comercio: “este hombre y su hijo me vinieron a comprar anoche (por el lunes). Después, el chico volvió de madrugada pero para robarme”, ironizó.
“Este pibe tiene 17 años y el que estaba con él creo que también es menor de edad”, apuntó Torrico.
La mujer se quejó además porque “me forzaron la persiana del frente, estaban por romper la puerta de vidrio de la entrada a la verdulería y hasta dañaron la puerta del seguro de la cortina metálica”.
Torrico repasó que “hace 19 años tengo este comercio y el mayor susto me lo llevé en un asalto ocurrido hace un tiempo. Mientras estaba comiendo un sandwich entró al local un ladrón. Me amenazó con un revólver y me pidió que le entregara toda la plata. Quedé paralizada por el miedo, pero igual tuve la lucidez de llamar a mi marido. Ahí el ladrón se asustó, me dio un empujón y escapó sin robar. Después tuve varios intentos de robo”, señaló.
COMUNICADOS POR WhatsApp
Como consecuencia de la situación de inseguridad que acecha a los comerciantes en ese barrio, los dueños de varios locales resolvieron crear un grupo de WhatsApp.
Eso, con el objeto de estar al tanto de cualquier presencia extraña en el barrio o -como sucedió ayer con la titular de la verdulería- enterarse sobre la presencia de intrusos o un robo en alguno de los comercios.
“A mí me avisaron a las 6 de la mañana por WhatsApp que habían buscado entrar por la fuerza. Al parecer entre las 4 y las 5 de la mañana”, señaló la dueña del negocio de la localidad de Villa Elvira.
El frustrado intento de robo en la carnicería de 1 y 74, también dejó margen para el asombro.
Sin poder disimular su bronca, la dueña de ese local, Clara (68), le dijo a este diario que “los chicos primero fueron hasta una obra en construcción que está a pocos metros de mi negocio y de ahí robaron un tirante de madera, con el que buscaron violentar la persiana del frente y las de ventanas laterales”, dijo.
La mujer celebró que los policías llegaran a tiempo. “Menos mal que respondieron rápido y los pudieron agarrar a tiempo”, rescató la comerciante sobre el episodio.
La comerciante precisó que lleva 17 asaltos desde que abrió la carnicería, en el año 1995. “Todos fueron a mano armada”, detalló. “Inclusive, hace diez años un delincuente de unos 35 años me dijo `tengo códigos´. Así que dame la plata y me voy enseguida”, dijo y recordó que en otra ocasión “vino la esposa del delincuente que me había asaltado y me pidió que no fuera a participar de una rueda de reconocimiento”.
Al igual que la dueña de la verdulería, no obvió citar que “hace también casi una semana, rompieron el blíndex de una pollajería de 1 entre 73 y 74”.
En la zona se mencionó a la vez que “de una casa de reparación de artefactos eléctricos, se robaron una bordeadora”. En el barrio refirieron además que “desde que llegó hace un año la familia del pibe que robó ayer, vivimos inseguros”.
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