Argentina está entre los países con niveles de obesidad infantil más altos de América Latina
Edición Impresa | 3 de Junio de 2018 | 03:59

El problema no es nuevo pero ante cada nueva medición genera alarma y estupor: América Latina es la región más obesa del mundo y nuestro país tiene la segunda tasa más alta de sobrepeso en menores de 5 años de toda América Latina y el Caribe, con el 10%. Así, al menos, lo asegura el Panorama de Seguridad Alimentaria y Nutricional elaborado por la OMS y la FAO y dado a conocer en los últimos días.
Ante esto, desde el organismo pidieron al Gobierno trabajar para crear entornos saludables. Los últimos datos sobre este tema en Argentina fueron de la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNyS) en el año 2012. En ese momento, la malnutrición afectaba diferencialmente a los niños de 0 a 5, dependiendo de su nivel de ingreso.
Así, en hogares pobres el 3,1% de los niños padece bajo peso y el 9,1% sobrepeso; mientras que en los hogares no pobres, un 1,5% tiene bajo peso y un 11,8% posee obesidad.
La obesidad infantil, se sabe, es la presencia de sobrepeso en niños de entre cero y cinco años, y el problema representa una consecuencia directa de la malnutrición. Es decir, surge a partir del desarrollo de una dieta no equilibrada que puede generar, en el caso contrario, desnutrición.
“Esta problemática se agudizó en los últimos años y obedece principalmente a factores socio-ambientales y culturales, a patrones de consumo y al advenimiento de nuevos estilos de vida”, apunta Lorena Allemandi, directora de área de políticas de alimentación saludable de la Fundación Interamericana del Corazón y para quien “estos factores contribuyen a la construcción de un ‘entorno obesogénico’, es decir un ambiente que promueve la obesidad en las poblaciones”.
Nada distinto es lo que opina el nutricionista platense Norberto Russo, quien viene advirtiendo en su consultorio “una escalada del problema que, impulsada por malos hábitos alimentarios y un sedentarismo creciente, lo vuelve una de las epidemias más preocupantes de la época”
Los patrones alimentarios de la población, explican quienes estudian el tema, migraron de un tiempo a esta parte el consumo de alimentos naturales y caseros hacia productos procesados, es decir aquellos con alta cantidad de azúcar, grasa, sal y bajo valor nutricional. De hecho, Argentina se ubica entre los de mayor consumo de estos productos, según el estudio presentado en los últimos días por la OMS y la FAO.
Para la OMS, la obesidad en los menores es uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI. Sostienen que se trata de un problema de carácter mundial y está afectando progresivamente a muchos países. Sobre todo aquellos de bajos y medianos ingresos, con énfasis en medio urbano, y su prevalencia crece a un ritmo alarmante.
Y si bien nuestra región es la más golpeada, no es la única del globo que afronta el problema: el número de niños y adolescentes obesos, de hecho, se multiplicó por 10 en las últimas cuatro décadas, de acuerdo a una investigación realizada por la propia Organización Mundial de la Salud junto al Imperial College de Londres.
Durante la investigación, se analizó peso y talla de alrededor de 130 millones de individuos mayores de cinco años (31,5 millones de entre los cinco y 19; y 97,4 millones de 20 años o más), una cifra que lo convierte en el estudio epidemiológico con mayor número de personas. Además, participaron otros 1000 colaboradores a quienes se les analizó la evolución del índice de masa corporal y la obesidad desde 1975 hasta 2016.
Entre los resultados que arrojó la investigación se desprendió que las tasas mundiales de obesidad de la población infantil y adolescente aumentaron desde menos de un 1 por ciento (correspondiente a 5 millones de niñas y 6 millones de niños) en 1975 hasta casi 6 por ciento en las niñas (50 millones) y cerca de 8 por ciento en los niños (74 millones) en 2016.
Estas cifras muestran que, conjuntamente, el número de individuos obesos de cinco a 19 años se multiplicó por 10 a nivel mundial, pasando de 11 millones en 1975 a 124 millones en 2016.
Por último, el estudio advirtió que si se mantienen las tendencias observadas desde el año 2000 “los niveles mundiales de obesidad en la población infantil y adolescente superarán en 2022 a los de la insuficiencia ponderal (peso por debajo del saludable) moderada o grave en el mismo grupo de edad”.
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