Un equipo que mete miedo en ofensiva y es sólido atrás

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La Selección de Francia está en la búsqueda de la identidad que le haga funcionar mucho mejor como equipo de lo que hace hasta hora. Por eso llegó Deschamps al cargo, un líder como lo fue en su día con la mejor generación francesa de la historia, la campeona del mundo y de Europa, y cuya misión es que todo el caudal de buenos jugadores que salen del país se traduzca en títulos internacionales de nuevo.

No llegó en la Euro de 2016, como tampoco en el Mundial de 2014, situaciones en las que se adujo cierta inexperiencia y exceso de responsabilidad para un equipo con bastantes jóvenes en sus filas. Hoy, esos jóvenes han evolucionado y se han convertido en estrellas mundiales, con otro caudal de experiencia.

En cuanto al once inicial, tiene nombres de peso en todas las líneas, aunque lo más potente lo tiene de mitad de cancha hacia adelante con Antonie Griezmann como estandarte. En el medio, en el sector de generación de juego, N’Golo Kanté ya ha demostrado en numerables ocasiones que posee una categoría diferente a los demás.

 

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