Un armado táctico que revolucionó al fútbol
Edición Impresa | 8 de Junio de 2018 | 05:18

Mario Zagallo, el reemplazante de Joao Saldanha pocos meses antes de iniciar la competencia, produjo una verdadera revolución en el fútbol mundial al armar su equipo con cinco hombres que en sus clubes eran enganches, ocupando la misma posición, cumpliendo el mismo papel y luciendo el mismo número diez.
Pelé en el Santos, Gerson en el San Pablo, Tostao en el Cruzeiro, Rivelino en el Corinthians y Jairzinho en el Botafogo.
A su vez, los cinco organizadores de la dotación ofensiva se anotaron en la red: Jairzinho convirtió siete; Pelé metió cuatro; Rivelino conquistó tres, Tostao hizo dos y Gerson uno.
Los periodistas de la época explicaban el funcionamiento del equipo: “Pelé alternó como centrocampista y delantero, en tanto que las puntas definidas eran Jairzinho por la derecha y Tostao del centro a la izquierda.
Tostao sacrificó su posición de hombre generador de juego, que arrancaba mirando el arco de enfrente, por la de pivote ofensivo condenado a jugar frecuentemente de espaldas a los palos contrarios, aguantando la pelota y los golpes adversarios hasta que llegaran Pelé y Rivelino para acompañarlo en la ofensiva”. “El mismo Pelé sacrificó su posición de hombre dominante dentro del cuadro, porque el comandante en jefe no era él sino Gerson, estratega y mariscal de la media cancha, desde donde partían sus exactos zurdazos a encontrarse generalmente con los piques sorpresivos y sorprendentes de Pelé. Roberto Rivelino se resignó también a ser lugarteniente en lugar de tener la ¨manija¨ como estaba acostumbrado en su club.
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