La violación virtual al avatar de una nena conmociona y abre el debate: ¿cuál es el límite?

La madre de una chica de 7 años denunció que su hija fue atacada por otros jugadores. Un caso sin antecedentes que, además, muestra imágenes explícitas

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Lo que podría parecer el argumento bizarro de una película de ciencia ficción, se convirtió en los últimos días en la más cruda e insólita realidad: una niña de 7 años -su avatar, a decir verdad- fue violada virtualmente en la plataforma de videojuegos Roblox por los avatares de otros jugadores. Si bien la empresa responsable del entretenimiento salió a aclarar que esos jugadores fueron expulsados, el caso encuentra tan pocos antecedentes que dispara un sinfín de preguntas con respuestas que se entretejen a medida que la realidad avanza y cambia: ¿hay consecuencias reales para los delitos de este tipo que se cometen en el plano virtual? ¿No hay manera de limitar estas conductas a la hora de plantear un juego de rol? ¿Existe una ética virtual y otra real?

El caso, denunciado a través de Facebook por la madre de la menor, ocurrió en Estados Unidos pero, acaso por lo curioso y grotesco de su historia (se supo que en la violación virtual hasta fue visible la representación gráfica de un pene), agitó como nunca antes el debate entorno a este tipo de plataformas virtuales y los límites que tendrían que tener los usuarios al usarla.

“Sabemos de delitos contra la integridad sexual de los menores en internet pero nunca se había escuchado algo como esto -apunta el especialista en delitos informáticos y abogado en nuevas tecnologías Raúl Martínez Fazzalari-. Es la primera vez que escucho de una violación virtual, pero si hubiese ocurrido en Argentina se podría aplicar un castigo” (ver aparte).

En Roblox, una plataforma de videojuegos utilizada principalmente por niños y adolescentes, cada usuario puede dejar volar su creatividad e imaginación. Desde fantasear con un universo paralelo y establecer mundos virtuales hasta crear personajes con roles determinados, todo puede pasar en este juego que cuenta con 60 millones de usuarios en todo el mundo. Pero esa libertad es la que ahora se ve jaqueada con la denuncia de Amber Petersen, la madre de la menor cuyo avatar fue violado de manera grupal por otros jugadores.

La niña, según denunció la madre desde su cuenta de Facebook, se encontraba jugando con la tablet hasta que ocurrió la violación virtual. En su publicación, la mujer explicó que fue su hija quien le mostró lo que aparecía en la pantalla del iPad donde estaba jugando el videojuego.

“No podía creer lo que veía -se sinceró la madre-: el personaje virtual femenino de mi adorable e inocente hija estaba sufriendo una violación sexual por parte de dos varones. Una observadora femenina se acercó a ellos y procedió a saltar sobre su cuerpo al final del acto. Luego, los 3 personajes escaparon, dejando el avatar de mi hija boca abajo”.

En el texto, que acompañó con capturas del aberrante episodio, aclaró: “Estoy más que indignada por publicar estas fotos, pero aportan la prueba de lo que voy a describir en caso de que alguien sospeche de que esta podría ser una historia falsa. Quiero que todos lo vean, porque las palabras no pueden describir la conmoción, el disgusto y la culpa que estoy sintiendo”.

Así, la mujer acompañó su denuncia (también virtual, claro) con varias capturas de pantalla del incidente. En uno de ellos se aprecia claramente a un avatar que coloca una representación gráfica de un pene entre las piernas del avatar de la niña, que se encuentra rodeada por otras dos figuras.

El caso, como se dijo, dispara varios interrogantes: ¿el juego contemplaba la posibilidad de una violación o un ataque violento? Según la empresa, de ninguna manera, por lo que se deduce que los responsables -que ya fueron identificados y expulsados de la plataforma- habrían saboteado la matriz del videojuego para agregarle esta inesperada faceta. “El caso es tan inédito que no ofrece una única respuesta”, plantea Fazzalari.

A partir de que se viralizara la publicación sobre lo ocurrido el pasada 28 de junio, se despertó la indignación entre los usuarios habituales del juego y entre los que no conocen la plataforma y acaso no comprenden cómo es que puede suceder algo así. Ante esta respuesta, la compañía informó que el responsable del contenido explícito fue “expulsado de forma permanente”.

“Nos tomamos muy en serio la experiencia de nuestros usuarios”, aseguró el director general de Roblox para España y Latinoamérica, José Mateos, y agregó: “La participación de los padres es fundamental para conseguir una experiencia divertida y segura”. La compañía reconoció además que, si bien no puede decir a los padres qué hacer, al menos tiene la “responsabilidad de ofrecer herramientas y recursos que den a los padres conocimientos y opciones”.

Desde la empresa aseguraron también que, a medida que la comunidad fue creciendo, evolucionaron las prácticas de seguridad y privacidad. En la actualidad, se utilizan “tanto la tecnología de aprendizaje automático como un gran equipo de moderadores”, se explicó. Según explican, Roblox tiene “más moderadores que empleados” para revisar la actividad reportada y cargar el contenido las 24 horas del día.

Lo que hacen es vigilar que los juegos cumplan con las reglas de conducta o que lo que se sube sea apropiado para la edad de los jugadores y esto es, o debería ser, aún más estricto cuando se trata de menores de 12 años. Los controles, en este caso, fallaron de manera inédita.

 

 

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