Compromiso difuso para tratar de llevarse bien

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Helsinki

Los presidentes Donald Trump y Vladimir Putin prometieron ayer ordenar las complejas relaciones entre las mayores potencias nucleares del mundo en su primera cumbre celebrada en Helsinki, donde el mandatario de EE UU se negó a condenar la supuesta injerencia rusa en las elecciones de su país.

Ambos mandatarios salieron de su reunión en Helsinki expresando su deseo de cooperar en los desafíos globales, después de conversaciones sobre una serie de temas que fueron de Siria, Ucrania y China a la imposición de aranceles comerciales y el tamaño de sus arsenales nucleares.

Trump, empeñado en forjar un vínculo personal con el jefe del Kremlin pese a las acusaciones electorales, ingresó a la cumbre culpando a la “estupidez” de sus predecesores por dejar hundir las relaciones bilaterales hasta los niveles actuales.

Tanto Trump como Putin se empeñaron en resaltar los puntos positivos. Putin agregó: “Es obvio para todo el mundo que las relaciones bilaterales atraviesan un período difícil. Sin embargo, no hay razones objetivas para estas dificultades y el actual clima de tensión”, afirmó. Tras celebrar “la atmósfera franca” de la cumbre, el líder ruso consideró las conversaciones como “muy exitosas y útiles”.

Putin, felicitado por Trump y otros tantos líderes mundiales por la exitosa organización del Mundial Rusia-2018, dijo: “Ha llegado el momento de mejorar nuestro vínculo”.

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