Escándalo en Rafaela por desnudos sobre imágenes religiosas con pañuelos verdes

En el marco de la grieta que viene provocando el tratamiento de la ley de legalización del aborto, que cada vez divide más las aguas en la sociedad, una obra de teatro presentada en la ciudad santafesina de Rafaela dio lugar a un alboroto mayúsculo cuando actores desnudos bailaron con pañuelos verdes sobre imágenes religiosas.

La obra en cuestión fue presentada en el Festival de Teatro que organiza la municipalidad de Rafaela, y rápidamente generó polémica entre los espectadores cuando, en una escena, los actores, desnudos y con el pañuelo verde que apoya la despenalización del aborto, bailaron sobre imágenes de la Virgen y del papa Francisco.

La obra, titulada “DIOS”, se ofreció en el Centro Cultural Municipal de Rafaela, y muchos se manifestaron en contra de la representación por ser considerada “un agravio para la comunidad católica”.

La obra reflejaba una misa y se cantaban canciones de la ceremonia, hasta que en un momento una imagen gigante del papa Francisco y la Virgen María fue subida al escenario, y dos personas desnudas comenzaron a colocarles pañuelos verdes.

La reacción entre los asistentes fue variada, y se repartió entre quienes aplaudieron y otros que quedaron sorprendidos, mientras que en las redes sociales muchas personas compartieron las imágenes de la representación y la repudiaron, especialmente de parte de muchos rafaelinos que se identificaron como pertenecientes a la comunidad católica, siendo las escenas más cuestionadas aquellas que involucraron a una escultura del Papa Francisco y a otra de la Virgen María.

LA QUEJA DEL OBISPO

Asimismo, y ante las repercusiones alcanzadas por la representación, el Obispo de Rafaela, Luis Fernández, dijo a través de un comunicado que la obra es “un agravio al espíritu religioso que no colabora con la pacificación anhelada de nuestra sociedad”.

“Consideramos necesario unirnos a las diversas manifestaciones que, de manera especial en las redes sociales, expresan su dolor y su repudio hacia estos hechos”, aseguró el obispo, quien agregó que “deseo dejar en claro nuestro respeto y defensa de la libertad de las expresiones artísticas, pero con la misma fuerza creo que no se tuvo en cuenta el respeto a los hombres y mujeres que profesamos la fe de los cristianos, y que su libre ejercicio y expresión constituyen un derecho debidamente garantizado por la Constitución Nacional”.

El obispo también señaló que la obra no colabora “al debido respeto al ejercicio de las creencias que conviven pacíficamente en nuestra Patria. Este hecho duele profundamente, y así lo sentimos de manera especial los católicos de Rafaela”.

Cabe destacar que en anteriores presentaciones de DIOS, por ejemplo en el Centro Cultural Recoleta, en la promoción de la obra se aclaraba que “puede herir la sensibilidad religiosa, moral e ideológica del espectador. Queda bajo su decisión ingresar a la misma. Prohibida para menores de 18 años”.

Sin embargo, según aseguraron quienes asistieron al espectáculo en Rafaela, en la cartilla de programación no había ninguna advertencia.

Es de señalar que en una entrevista reciente, el director de la obra, Lisandro Rodríguez, había declarado que la obra “es casi un homenaje a León Ferrari, aunque en realidad es un homenaje al Papa”.

La obra “trabaja con la idea de la corporación ‘iglesia’ -había señalado- donde lo que opera son las corporaciones. Son las construcciones de poder que operan todo el tiempo. Vamos a hablar de lo que no se habla. Ahí es donde el arte entra y se pone en tensión, interpela. Pero también es un refugio donde podemos sentir cierta complicidad”.

El Festival de Teatro que organiza la municipalidad de Rafaela tiene una enorme repercusión en la región, al que desde hace 15 años personas de pueblos cercanos a esta ciudad de poco más de 100 mil habitantes acuden masivamente, pues suelen representarse obras que no llegan con frecuencia al interior, aunque en este caso lo que logró fue una gran conmoción, e incluso, con la polémica ya instalada, dio lugar a que un grupo de católicos pidiera una reunión con el intendente Luis Castellano para pedir explicaciones de lo que consideraron una ofensa para su comunidad, aunque el jefe municipal aun no se expidió al respecto.