Crudo relato: “Uno gritó ´es puto, hay que matarlo´ y me dio una patada en la frente”

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La gélida mañana de lunes, le trajo a la memoria el montgomery que había olvidado en la casa de un amigo. Herman Müller caminaba hacia su trabajo, a las 7.30. Mientras intentaba gestiones vía WhatsApp para recuperar ese abrigo, vio venir a dos muchachos de entre 20 y 25 años. No fue un cruce más en una calle barrial. “Uno gritó algo así como ´es puto, hay que matarlo´ y me dio una patada a la altura de la frente”. Volaron los anteojos y sintió sangre sobre un ojo.

Nunca los había visto antes . Tan sorprendido como aterrado por la violencia, el joven corrió por 42 hacia 15 y rápidamente buscó resguardo con una denuncia policial. La experiencia, según denunció, le dejó otro padecimiento. “Cuando paré, llamé al 911 y me dijeron que vendría una patrulla. Me preguntaron si estaba herido y expliqué que tenía un corte sobre el ojo. Entonces, me dijeron que iría alguien a atenderme. Esperé un poco y me fui porque tenía miedo, pero en la zona de 9 y 42 me crucé con un policía en moto y justo me llamaron (de la Policía). Les di una descripción de las personas y me recomendaron hacer la denuncia en la comisaría segunda”, relató el muchacho de 30 años.

Según contó, en la segunda “me atendió una mujer sin empatía con lo que contaba. Le explicaba que me habían golpeado por ser homosexual y ella me preguntaba qué me habían robado. Luego me dijo que tenía que esperar a que viniera otra persona porque estaban en un cambio de turno de autoridades en la comisaría. Mientras yo hablaba ella charlaba con otros. Incluso, otra persona que trabaja allí se acercó a explicar que quizás la zona en la que se produjo la agresión correspondía a la jurisdicción de la comisaría cuarta”.

El intercambio terminó sin denuncia y en medio de la conmoción generada por la irrupción de la fiscal Betina Lacki en medio del operativo que derivó en la caída de una presunta mega banda mixta de policías y ladrones (ver pág. 16 y 17).

“No quise interferir con un procedimiento de cuyas características pude imaginarme. Así que me fui”, dijo. Finalmente, Müller consiguió radicar la denuncia en la fiscalía en turno, a cargo de Virginia Bravo (UFI Nº 7).

Ante este diario mostró el asombro por todo lo que le tocó padecer en la mañana del lunes. “Pensé que con tantas cosas que cambiaron en los últimos años estábamos mejor, pero veo que falta mucho”, lamentó.

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