El mal del desánimo
Edición Impresa | 13 de Agosto de 2018 | 02:13
¿Qué es?
No alcanza a ser un estado depresivo y suele aparecer en personas sometidas a tensiones constantes, extremadamente autoexigentes o perfeccionistas y con mucha dificultad para relajarse o distenderse. La distimia puede durar semanas, meses, años o incluso persistir durante toda la vida. Se estima que lo sufre el 5% de la población, es decir 1 de cada 20 personas, y lo padecen más las mujeres que los hombres
Cuáles son los síntomas
• Altibajos del estado de ánimo con tendencia a enojarse o bajonearse con facilidad.
• Pesadumbre con visión poco optimista del futuro.
• Dificultad para disfrutar de las cosas agradables o placenteras.
• Dolores de cabeza, cansancio y molestias digestivas.
• Excesiva tendencia a las preocupaciones con protestas frecuentes.
• Trastornos para dormir de noche, con despertares frecuentes y sensación de cansancio por la mañana.
• Dificultad para concentrarse en el trabajo, la lectura o las conversaciones.
• Sensación de tener poca energía y de no poder alcanzar objetivos.
• Alteraciones en el apetito.
• Qué puede desencadenarla
• Diferencias biológicas: las personas con trastorno depresivo persistente pueden tener modificaciones físicas en el cerebro.
• Química del cerebro: los neurotransmisores son sustancias químicas naturales del cerebro que probablemente desempeñen un papel en la depresión.
• Rasgos genéticos: el trastorno depresivo persistente parece ser más frecuente en personas cuyos familiares de sangre también tienen el trastorno.
• Acontecimientos de la vida: al igual que en la depresión mayor, los acontecimientos traumáticos, tales como la pérdida de un ser querido, pueden provocar el trastorno en algunas personas.
Cómo prevenirlo
• Mantenerse activo: la actividad física y el ejercicio pueden reducir los síntomas de enfermedades relacionadas con la depresión.
• Evitar las drogas y el alcohol: puede parecer que el alcohol o las drogas disminuyen los síntomas relacionados con la depresión, pero a largo plazo por lo general los empeoran.
• Controlar el estrés: tomar medidas para controlar el estrés, aumenta la capacidad de recuperación e impulsar la baja autoestima puede ayudar a prevenir los síntomas de la distimia.
• Rodearse de gente querida: la amistad y el apoyo social pueden ayudar a superar o transitar hechos difíciles.
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