Trucos antialergias para cada ambiente

Cómo lograr que la casa esté libre de polen y ácaros para vivir mucho mejor

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Los alérgenos inhalados, aquellos que se transportan por el aire, son los que con mayor frecuencia producen alergias. Entre ellos destacan los pólenes de plantas como gramíneas, arbustos y árboles.

Los ácaros del polvo doméstico también provocan alergias y se desarrollan especialmente en condiciones de temperatura cálida y humedad elevada. Dentro del hogar hay otros alérgenos frecuentes, como el pelo y la saliva de las mascotas, sobre todo en el caso de los gatos, que tienen a usar su saliva para limpiarse extendiendo así diminutos alérgenos. En determinados casos, se ha asociado la alergia con insectos como las cucarachas o polillas.

Para evitar que este mal se instale en nuestro hogar, es necesario establecer una rutina de limpieza y ventilación de los ambientes.

Lo mejor es olvidarse de las estanterías abiertas, por mucho que nos gusten

 

Se recomienda mantener las ventanas cerradas y tan solo ventilar cinco minutos al día, preferiblemente a medio día, cuando empiezan a descender los niveles de polen en la calle.

Cuando se trate de limpiar, hay que hacerlo con trapos húmedos que atrapen el polvo y el polen y no lo dispersen.

Lo ideal es evitar barrer el suelo, es mejor utilizar la aspiradora una vez al día.

Además de las alfombras y el suelo, se recomienda aspirar las butacas, almohadones y sofás. Luego se puede pasar por ellos un paño con un limpiador natural a base de agua templada, una cucharilla de bicarbonato y medio vaso de jugo de limón o de vinagre.

Cuero, mejor

Si en la casa viven personas alérgicas -o alguien de la familia-, cuando se tenga pensado cambiar el sofá, lo mejor es optar por uno de cuero ya que son los que menos polvo acumulan. Otra solución es utilizar fundas de algodón que se deberán lavar una vez cada 15 días más o menos.

Minimalista

Lo mejor es olvidarse de las estanterías abiertas, por mucho que nos gusten. Cuantos menos objetos haya en los que el polvo y el polen puedan depositarse, mejor.

Alfombras sí pueden utilizarse, pero lo ideal es que no sean de lana ni algodón, ni siquiera de fibras vegetales. Escoger alfombras de nuevos materiales, como las 100 por ciento fabricadas con plásticos reciclados o las vinílicas. Son tendencia y se pueden lavar sin problema.

En cuanto a las cortinas, lo mejor es que sean cortas y ligeras, de tejidos poco gruesos, que no atrapen el polvo. Los estor son mejores que las cortinas.

Es habitual que se forme moho en las cortinas del baño, por eso hay que lavarlas, por lo menos, una vez a la semana con agua enriquecida con cloro para obtener buenos resultados.

El colchón es clave

En el dormitorio, se recomienda aspirar una vez por semana el colchón, que es uno de los puntos donde más ácaros se acumulan.

Un tip clave que sirve para ahorrar mucho esfuerzo es colocar una funda antiácaros, mucho más cómoda de lavar semanalmente.

Los respaldo de camas con escasa superficie, como los de barrotes de hierro o madera, son los más adecuados para las personas con alergias, ya que no acumulan tanto polvo ni ácaros al carecer de tejido.

Si el alérgico es un menor, en su habitación, no debe haber peluches. En todo caso, habrá que meterlos al lavarropas una vez por semana. La ropa infantil y los juguetes deben permanecer guardados en sitios cerrados para evitar que el polvo y el polen se acumulen en ellos.

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