Brutal paliza a una joven en su casa: detuvieron al agresor

La víctima tiene 24 años y fue ayudada por vecinos que, al escuchar sus gritos de auxilio, llamaron a la Policía e intentaron enfrentar al atacante. La llevaron al hospital

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Eran las 5.20 de la mañana del domingo y Soledad regresaba del trabajo. Estacionó el auto frente a su casa, ubicada en 64 entre 164 y 165, abrió la puerta de entrada y, mientras caminaba los 10 metros de jardín que la separan del inmueble, escuchó gritos.

Creyendo que se trataba de alguna pareja que se había excedido en la ingesta de alcohol, no detuvo su marcha.

Cuando se disponía a acostarse, el griterío la volvió a poner en alerta. Y, esta vez, distinguió un sonido muy claro: el pedido de auxilio de su vecina.

Algunas horas antes, Verónica Pastor (24) había estado amasando pizzas en su cocina.

Esa noche iba a comer junto a dos invitados, uno de ellos un “amigo” con quien mantenía una relación sin demasiado compromiso.

Mientras cenaban, el hermano de Verónica comenzó a enviarle mensajes al teléfono para que fuera a visitarlo.

La joven aceptó y después de terminar la comida, se fue junto al futuro agresor en la moto de éste.

UN REGRESO VIOLENTO

Pasadas las 4.00 de la madrugada, el muchacho se ofreció a llevarla de nuevo a su domicilio en Los Hornos. Hacía frío y Verónica no quería regresar sola.

Partieron en moto y arribaron cerca de las 4.30. Por cómo había transcurrido la noche hasta ese instante, nada hacía pensar que terminaría de una manera tan sangrienta.

Según sus propias palabras, la mujer lo invitó a pasar para “quedarse a dormir”.

“Vimos cómo la arrastró por el pasillo mientras le pegaba para que no grite. Intentamos que él reaccione, pero no”

Soledad
Vecina de la víctima

 

Pastor no sabe con certeza qué pasó, pero en ese preciso momento el hombre cambió su postura y se puso violento.

“Me arrastró de los pelos por el pasillo, que da a la calle, hasta mi habitación”, le dijo a este diario la víctima. Ante cada negativa o resistencia, la golpeó.

En una situación de descuido, Verónica alcanzó a escapar y salió de la vivienda para intentar trepar el alambre tejido y alcanzar la calle, pero su atacante la tomó del cuello, le tapó la boca y la introdujo de nuevo en la morada, declaró la mujer.

Cuando la tuvo reducida, le sacó la ropa y la ató a la cama. Como los gritos no cesaban, primero le colocó una media en la boca y luego la amordazó con otra prenda de ropa.

“Esto te gusta, hija de puta”, le espetó, recordó la víctima.

Sin embargo, no contaba con que Soledad y su esposo ya se habían acercado a la medianera que separa ambas casas y presenciado parte de la brutal secuencia. “Lo insultamos y le tiramos piedras para que reaccionara y la soltara, pero en vez de irse cerró la puerta con llave”, explicó la testigo.

Llamaron a la Policía, que debió tirar la abertura abajo, y detuvo al golpeador tras un breve intento de fuga. Los efectivos de la comisaría Tercera de Los Hornos requirieron luego una ambulancia y Verónica fue trasladada hasta el hospital San Martín, donde la asistieron. Por la tarde fue dada de alta.

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