La Justicia no debe mirar para otro lado

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Sometida desde hace décadas al flagelo de las usurpaciones, la Ciudad vuelve a padecer, por estos días, una nueva oleada de ocupaciones de terrenos. Lo que pasa en El Retiro, donde se consolida una masiva ocupación, es una inadmisible consecuencia de la inacción, desinterés y permisividad de los poderes públicos para abordar un fenómeno que desnuda carencias pero también esconde un “negocio” que, con impunidad y aceitada logística, lucra con la desesperación. Una oscura trama ante la cual la Justicia no puede seguir haciendo la vista gorda.

 

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