En Estados Unidos, algunos conservadores reclaman que se “purgue” a los curas gay

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Las acusaciones contra el ex cardenal Theodore McCarrick, quien habría mantenido relaciones sexuales con seminaristas adultos, avivaron el largo debate sobre la presencia de hombres homosexuales entre los sacerdotes católicos.

En EE UU algunos conservadores piden que se “purgue” a los curas gays, una tarea complicada ya que se cree que son muchos y muy pocos reconocen abiertamente su orientación sexual, mientras sectores más moderados instan a la iglesia a eliminar la necesidad de mantener el secreto proclamando que los homosexuales sean bienvenidos si pueden ser curas comprometidos con el celibato.

Entre los moderados más directos está el reverendo James Martin, un sacerdote jesuita y escritor cuyo libro “Building a Bridge” (Construyendo un Puente) vislumbra un camino hacia relaciones más cálidas entre la iglesia católica y la comunidad LGBT.

“La idea de una purga a los curas homosexuales es ridícula y peligrosa”, comentó Martin. “Cualquier purga vaciaría las parroquias y órdenes religiosas de miles de sacerdotes y obispos que llevan vidas sanas de servicio y fieles de celibato”. Esta postura enfurece a algunos católicos conservadores, como Michael Hichborn, quien promueve “una completa y absoluta remoción de todos los clérigos homosexuales de la iglesia”.

 

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