Clasificó el Rojo en una serie que terminó con escándalo

La Conmebol le dio ganado el partido en Avellaneda, y esa ventaja de tres goles no hizo otra cosa que dejarle servido el pase a cuartos

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Independiente avanzó anoche a los cuartos de final de la Copa Libertadores en términos verdaderamente increíbles, porque la Conmebol, horas antes del partido, atendió el reclamo efectivizado por la mala inclusión de Carlos Sánchez en Santos de Brasil, lo cual modificó el empate sin goles en Avellaneda a un triunfo por 3-0.

Entre los puntos del fallo conocido horas antes de que los equipos entrarán al estadio Pacaembú se confirmó la inhabilitación del uruguayo, quien para completar el cuadro de disparates, cuatro horas antes de la revancha en San Pablo, fue autorizado a ser parte del Peixe que dirige Cuca, el entrenador que lo confirmó como volante central.

La inexplicable desprolijidad del organismo que rige el fútbol a nivel continental agitó los ánimos en una previa que transcurrió en medio de amplias medidas de seguridad para resguardar la seguridad del equipo de Avellaneda y de los fanáticos que lo acompañaron.

El mal clima se trasladó a las calles, a tal punto que entre varios cruces, en las cercanías del estadio, un hincha del Rojo sufrió una herida de arma blanca, que si bien no fue de gravedad, sirvió para establecer el apuntado grado de hostilidad a cargo de los sectores más fanáticos de Santos, quienes determinaron la interrupción del encuentro diez minutos antes de lo reglamentario tras un escándalo de grandes proporciones.

Obvio que esta revancha no se desarrolló en los términos que corresponden, pero la pelota se movió, y con los matices lógicos a raíz de todo lo apuntado, el juego resultó verdaderamente entretenido.

Apurado, porque tenía que remontar una desventaja de tres goles, pero con las imprecisiones lógicas, Santos propuso un juego de un arco al otro, aceptado por un Independiente al que moverse con espacios libres por lo general lo potencia pues tiene jugadores para interpretar ese libreto.

Se equivocó el arquero con la pelota, y Lucas Verissimo lo salvó cruzando abajo a Meza en una falta dentro del área que el árbitro dejó pasar, a la vuelta Campaña tapó un pelotazo de Gabriel, y pasado el primer cuarto de hora, Gustavo Henrique se recuperó para desbaratar una corrida de Gigliotti.

Y el primer tiempo finalizó con una jugada que pudo haber significado el final anticipado de esta verdadera película de terror: el arquero bajó a Pablo Hernández dentro del área, el árbitro esta vez cobró el penal, pero no estuvo bien Maximiliano Meza, y Vanderlei tapó contra el palo derecho.

El segundo tiempo lo manejó Independiente, y tras un pelotazo en el travesaño de Pablo Hernández, todo quedó fuera de control. Bombas de estruendo, hinchas que trataron de entrar a la cancha por la fuerza, respuesta de la Policía, invasión de campo. El escándalo que se imaginaba podía desencadenar teniendo en cuenta los antecedentes, se hizo realidad. Lamentable.

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