Una bomba de tiempo a punto de estallar y que mete miedo

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Hasta ayer, el escándalo de la causa de la llamada banda del comisario, que durante al menos ocho años cometió todo tipo de tropelías en la Región, gracias a una posible protección judicial, involucraba a un ex juez de garantías (César Melazo) y a un ex fiscal (Tomás Moran).

Ayer, con la suspensión del juez del Tribunal de Casación Penal, Martín Ordoqui, el caso dio un salto. Un brutal salto, que podría ser apenas la punta de un gigantesco iceberg.

La Casación Penal es el tribunal de más alta gradación en la Provincia. Por encima sólo está la Suprema Corte.

La sola sospecha de que uno de los integrantes de las seis salas que la componen podría estar vinculado con una supuesta organización delictiva, es de una gravedad institucional que asusta.

Y lo que es mucho más grave aun, Ordoqui no sería el único juez investigado, lo que -de confirmarse- agravaría aún más el ya de por si patético escenario que se está planteando.

La causa de la banda del comisario, al menos con lo poco que se conoce hasta el momento, ya dio muestras de ir camino a convertirse en una verdadera bomba de tiempo.

Y todavía no se habla de la pata política que involucraría.

 

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