Los nuevos criterios para los hogares actuales parten del concepto de flexibilidad

La flexibilidad es el concepto al que más se remite cuando se consulta a los arquitectos sobre las demandas de las casas de nueva generación.

Es que si bien como explica Rubén Aprea del Colegio de Arquitectos de la Provincia Distrito 1, (ver tapa del suplemento) hay otros criterios que también determinan las necesidades de los futuros propietarios, la posibilidad de utilizar los espacios para distintos usos parece ser el denominador común de las construcciones que se inician en la actualidad.

Según coinciden sociólogos y arquitectos, los matrimonios esperan más tiempo para tener hijos y son cada vez más las familias ensambladas y ampliadas.

También los jóvenes demoran más en dejar la casa, de acuerdo a los nuevos criterios que amplían hasta los 24 años el período de la adolescencia.

Eso hizo necesario crear espacios destinados a ese joven que también trae aparejado nuevas necesidades, la más frecuente hacer de la casa el lugar de trabajo. O, en otros términos, convertir un espacio de la casa en una oficina donde trabajar.

Esto sin abandonar el concepto de proteger el medio ambiente y, de ser posible, aprovechar al máximo los recursos naturales para minimizar los costos de mantenimiento del hogar.

Es decir avanzar hacia la vivienda inteligente.

TODO AL ALCANCE DE LA MANO

Espacios pensados para el relax, pero también para recibir amigos, galerías que al mismo tiempo permiten ser lugares de descanso y hasta de trabajo o cocinas que sean al mismo tiempo lugar destinado a comer y a reunirse son sólo algunos de los múltiples usos que se buscan en las construcciones modernas.

Hoy todo se ha ido integrando y unificando.

Se busca el lugar funcional, acondicionado de forma acogedora.

La cuestión de temporalidad también es muy importante.

Las familias actuales plantean la necesidad de espacios que permitan transformarse en el tiempo: que cuando los hijos se vayan no queden lugares inutilizables.

Las viviendas actuales deben considerar varios factores que antes no eran contemplados como el trabajar desde casa o que durante algunos días de la semana será una familia ampliada, con los hijos que ya viven en sus propias casas o de uno y otro integrante de las pareja.

El tema económico juega también un rol, clave, los espacios de las actuales viviendas por cuestiones de costos son cada vez más reducidos, lo que obliga también a que los espacios cumplan diversos usos para adecuarlos a todas las necesidades de sus habitantes.

Otro componente vinculado a la economía es que las familias se inclinan por nuevas estructuras laborales.

Por esto, la vivienda no es sólo un espacio de descanso, sino que cobra cada vez más fuerza como espacio laboral.

Otro detalle común es que los espacios se usen para dos funciones: que la galería pueda servir también como cochera, por ejemplo.

Hay que pensar nuevas formas de interior y exterior.

Hoy la cocina dejó de ser un lugar escondido: es la gran protagonista, integrada a toda la casa, porque es el sitio donde más tiempo pasa la familia.

Y también un nuevo centro de reunión, por los espacios cada vez más reducidos.