Nuevo avance del lenguaje inclusivo realimenta el debate en la calle y las redes

Para algunos es un cambio incipiente de la lengua que tiende a permanecer. Para otros, apenas una moda. Las opiniones en La Plata

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Para algunos se trata de algo forzado, ajeno al idioma español, innecesario y que suena mal. Para otros es expresión de cambios que se están gestando en la sociedad, donde el movimiento de mujeres y otras iniciativas que promueven la diversidad ponen en cuestión el uso del genérico masculino. Lo cierto es que el uso de la letra “e” en lugar de la terminación en “o” (considerada por algunos como sexista) gana cada vez más terreno y lo hace no sin polémica.

El uso del “todes” en lugar del “todos” se expandió primero entre los adolescentes y en el movimiento de mujeres, desde allí saltó a otros espacios, como los buzos de egresados y ahora hasta está a punto de aparecer por primera vez en los subtítulos de una serie. Se trata de “La Pose”, que refleja el movimiento de la Nueva York de fines de los ´80, con sus subculturas, la escena cultural, artística y social de la sociedad de ese momento y sus manifestaciones sexuales y culturales que comenzará a emitirse en la televisión argentina.

Frente a este panorama, especialistas consultados por este diario discrepan. Para algunos, el uso del lenguaje inclusivo vino para quedarse y es una cuestión de tiempo que comience a ser aceptado, como lo fue el lunfardo, y se vaya instalando en la sociedad.

Otros creen que se trata de una moda pasajera vinculada a un momento de cambios sociales, pero que se va a terminar olvidando con el correr del tiempo. El mismo debate se da en la calle, donde mientras algunos saludan el uso del lenguaje inclusivo como expresión de una sociedad más abierta a la diversidad, otros lo consideran una moda superficial.

Pero unos y otros reconocen que cada vez lo escuchan más en las calles de La Plata, Y que su uso resulta más común entre los adolescentes y jóvenes y entre quienes están enrolados en distintas reivindicaciones de género.

El lenguaje inclusivo comenzó a llamar la atención hace algunos meses cuando una alumna del Carlos Pellegrini, Natalia Mira, dio notas televisivas en las que reemplazó con total naturalidad los términos masculinos por otro neutro, tales como “algunes”, “diputades” y “les estudiantes”.

Recientemente, un programa televisivo del canal de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), el primero que trata exclusivamente cuestiones de género en el país, desató una polémica que repercutió en Internet a partir de su título en lenguaje inclusivo: todes.

Pero la polémica trasciende las fronteras y hasta la Real Academia Española salió a pronunciarse sobre el tema, que también genera controversias en España.

Desde la RAE se sumaron oportunamente al debate a través de las redes sociales, marcando posición en sus cuentas oficiales sobre el lenguaje inclusivo. Señalaron, en ese sentido, que el uso de la @ o de las letras “e” y “x” como supuestas marcas de género inclusivo es ajeno a la morfología del español.

“No es esperable que la morfología del español integre la letra «e» como marca de género inclusivo, entre otras cosas porque el cambio lingüístico, a nivel gramatical, no se produce nunca por decisión o imposición de ningún colectivo de hablantes”, señalaron en un primer tuit, para luego explicar que “el uso de la @ o de las letras “e” y “x” como supuestas marcas de género inclusivo es ajeno a la morfología del español, además de innecesario”.

 

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