El radicalismo elige su conducción y Posse amenaza con desafiar a Salvador

Todos los sectores hablan de unidad para evitar la interna. Pero todavía no hay acuerdo. Gestiones de última hora

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En el almanaque del radicalismo bonaerense, el domingo 28 de octubre está marcado con un redondel rojo. Ese día, los afiliados deberán acudir a las urnas para elegir la nueva conducción partidaria que hoy está en manos de Daniel Salvador.

Pero hay una fecha muy próximo que acaso termine quitándole interés a esos comicios. Es que el próximo viernes cierran las listas de candidatos en medio de negociaciones abiertas en procura de evitar la interna.

Cuando todo indicaba que la elección sería un trámite, salió a escena el grupo que lidera el intendente de San Isidro, Gustavo Posse. El alcalde está reclamando espacios de relevancia en la conducción del partido y amenaza con presentar lista si no consigue el objetivo.

Salvador preside el Comité Provincia producto del acuerdo que hace dos años sellaron el sector que le responde, el alfonsinismo y el grupo del diputado provincial Maximiliano Abad cercano al mendocino Ernesto Sanz.

Hoy el alfonsinismo ya no tiene a Ricardo Alfonsín que asumió una postura fuertemente crítica al gobierno de Cambiemos, pero conserva como principales espadas a los legisladores nacionales Miguel Bazze y Carlos Fernández. Abad, en tanto, sufrió la salida de ciertos dirigentes, algunos de los cuales, junto con Posse, son los que amenazan con desafiar a Salvador.

El vicegobernador cuenta con el respaldo del trípode de poder que lo encumbró a la presidencia del partido, pero el sector de Posse le reclama espacios de poder en la conducción. Por las dudas, hizo reserva de lista, en una movida que algunos dirigentes describen como una amenaza que no se concretará en los hechos. Junto a Posse empujan dos diputados provinciales: Walter Carusso y Fernando Pérez. Algunas fuentes hablan de que el histórico Juan Manuel Casella estaría cerca de ese grupo.

“Queremos un acuerdo con todos los sectores, pero creemos que al partido le falta dinamismo. Y en esta difícil coyuntura creemos que el partido debe aportar más a Cambiemos”, dicen en el sector de Posse.

Hay otros cuestionamientos a la conducción de Salvador. “Hay que ampliar la base de sustentación electoral con dirigentes y sectores sociales. Hoy el partido tiene escasa presencia en el Conurbano”, señalan.

Cuentan en los corrillos de la UCR bonaerense que existió una charla entre el vicegobernador y uno de los integrantes del sector de Posse. Hay quienes dicen que el interlocutor fue Carusso. Sin embargo, la oferta de integración que sobrevoló la charla y que planteó Salvador no satisfizo las expectativas del possismo.

Del lado de la conducción afirman que el acuerdo entre los tres sectores está consolidado. “No vamos a confrontar entre nosotros”, afirman.

Y añaden una cuestión de oportunidad: “Ir a la interna es una locura en el marco de lo que está ocurriendo en el país”.

Hay quienes en el sector de Salvador creen que la amenaza del Posse no sólo se relaciona con la búsqueda de espacios en la conducción. Sospechan de que la embestida tendría relación con la pelea futura por el armado de listas de candidatos legislativos para el año próximo donde el intendente de San Isidro reclamará espacios para dirigentes afines.

De una u otra forma, el viernes se definirá si hay internas. Para Salvador, ser consagrado de nuevo presidente es clave para su intento por volver a estar en la fórmula para la Gobernación.

 

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