El gol de Hurtado destapó la olla dentro de un mundo Boca que no encuentra la calma

“Ellos jugaron como una final y nosotros no”. “No estuvimos a la altura”. “Estos partidos se ganan con hombres, no con nombres”. Todas estas fueron frases que se escucharon en Córdoba luego de que Pablo Echavarría decretara el final del partido, el pase a cuartos de final de Gimnasia y la sorpresiva (por la forma), eliminación de Boca. Y es que el gol del venezolano Jan Carlos Hurtado terminó por ser la gota que rebalsó el vaso de una situación prácticamente insostenible, dentro de un vestuario que no parece encontrar paz entre sí, ni con el cuerpo técnico a cargo.

Incluso, los minutos posteriores al partido lo encontraron a Guillermo Barros Schelotto recluido en el banco de suplentes, dialogando con su hermano y envuelto en versiones de renuncia.

Pese a esto, Daniel Angelici salió a respaldarlo. “De ninguna manera voy a echar a Guillermo”, expresó el máximo mandatario Xeneize en su recorrida mediática. ¿Y por qué habría hacerlo?

Si bien Boca recibió dos duros golpes en apenas unos días, también es cierto que continúa con vida en la Copa Libertadores, donde deberá defender la ventaja de dos goles obtenida en La Bombonera. Además, el contrato del DT azul y oro vence en diciembre, por lo que no tendría demasiado sentido interrumpirlo, pese a una catástrofe deportiva, como lo sería quedar eliminados del certamen en Belo Horizonte luego de la primera ventaja en Argentina.

Las semanas venideras serán fundamentales para determinar si el Mellizo logra encontrarle el rumbo a un plantel que parece haberlo perdido.

LOS NOMBRES DE LA PRÁCTICA

No hay tiempo para lamentarse, ni mucho menos el reclamo. Y es por eso que, de cara al cruce con Colón de Santa Fe de mañana, Barros Schelotto pateó el tablero y paró un novedoso once, con dos posibles debuts. En la jornada de ayer, Guillermo probó a: Manuel Roffo; Gino Peruzzi, Paolo Goltz, Leonardo Balerdi, Olaza; Nandez, Gago, Agustín Almendra, Emanuel Reynoso; Sebastián Villa y Mateo Retegui.