Sin juego ni goles, el empate en Avellaneda no le sirvió a Independiente ni a Tigre

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Con una formación integrada mayoritariamente por suplentes y juveniles, Independiente recibió la visita de Tigre, muy comprometido en la tabla de promedios para el descenso, en lo que fue la apertura de la fecha siete del torneo oficial de Primera, la Superliga.

El detalle referido a la conformación del equipo de Avellaneda tuvo que ver con el partido del martes contra River, definitivo por la Copa Libertadores, ya que se definirá el pasaje a las semifinales, y para el cual Ariel Holan reservó al conjunto base.

No se habían sacado ventaja, y el juego se desarrollaba lejos de los arcos, cuando Independiente tuvo una ráfaga de tres ataques a fondo que bien pudo haberle significado ponerse en ventaja. No fue así, por culpa de Augusto Batalla, el arquero que le tapó un remate cruzado a Gigliotti, un penal a Gonzalo Verón y un cabezazo de corta distancia a Gonzalo Asis.

El tema de los penales es toda una cuestión para Independiente, pues fallaron sucesivamente Meza, Gigliotti, Verón, en diferentes competencias, y quedó afuera de la Copa Argentina en desempate por esa vía frente a Brown de Adrogué. Con Holan DT, de 14 convirtió apenas el 50 por ciento.

La segunda parte fue más aburrida aún, porque mostró poquito, casi nada. Y terminaron en un empate con sabor a nada, porque el Rojo sigue lejos en la Superliga y Tigre hundido en los promedios.

 

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