Lo último de Schweblin
Edición Impresa | 30 de Septiembre de 2018 | 07:25

En esta novela, Samanta Schweblin imagina un mundo en el que las personas pueden interactuar con otras personas a través de unos muñecos con forma de animales llamados kentuckis. Estas mascotas son controladas por usuarios desde cualquier parte del mundo que se conectan al sistema e interactúan desde la pantalla de su computadora con sus dueños. Desde Perú, Emilia, una mujer viuda, recibe un kentucki de regalo de parte de su hijo que vive en Hong Kong y así se convierte en la mascota de una mujer en Erfurt, Alemania, y es testigo de su relación con un hombre en quien no confía. A la manera de Her, la película de Spike Jonze, los kentuckis de Samanta Schweblin nos advierten de los riesgos de un mundo hipertecnológico donde el contacto entre las personas es cada vez más remoto.
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